Todos ellos se muestran muy entusiasmados con el arribo del Sumo Pontífice a la región norteña.
Adultos mayores y niños con habilidades diferentes se confunden en medio de la multitud de feligreses, que llegaron de distintas partes del país a Trujillo, con el único fin de ver de cerca al Papa Francisco, este 20 de enero.
Reporteros de RPP Noticias conversaron con Dora Ayesta Gonzáles, de 91 años, procedente de Chiclayo y desde su silla de ruedas manifestó que pernoctará en la Plaza de Armas desde hoy, tan solo para pedir al Santo Padre que interceda ante Dios para y le alivie las dolencias que padece, además le otorgue pronta mejoría.
Angélica Changanaqué, otra de las peregrinas, tiene 61 años, viajó 8 horas desde Huaral. Refirió que participará de la misa en Huanchaco, buscando implorar para que su esposo mejore, pues tiene problemas cardiacos y de diabetes.
Los niños especiales y con algunas enfermedades también se encuentran entusiasmados. "Pediré su bendición y ore por los niños que sufrimos con diversos males. Estoy muy emocionado, porque veré al papa Panchito", expresó Diego Alonso de diez años, procedente de Guadalupe.
En Trujillo hay gran expectativa por la presencia del Sumo Pontífice. Son miles de personas, de todas las edades, que se congregarán en diferentes puntos.
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