Conmovedora escena se registró en el barrio 3C, de Alto Tujillo, en El Porvenir. Pobladores agradecen la ayuda que reciben para aliviar su hambre.
Con las rodillas hincadas sobre el arenal, las manos juntas a la altura del pecho y los ojos cerrados, madres de familias y niños, alrededor de una olla común en plena calle, imploran con gran fervor ayuda a Dios para que no les falte el alimento, la protección y el fin de la pandemia del nuevo coronavirus.
"Te pedimos que nos ayudes con esta mala situación y esta crisis que estamos viviendo todos, que nos puedas proteger, cuidar, que nada malo nos pase. Tú sabes, Señor, que necesitamos ayuda de todos pero más tu ayuda, que tú puedas cubrirnos con tu manto, quédate con cada uno de nosotros", es parte de la oración de una de las madres de familia.
Esta conmovedora escena se registró en el Barrio 3C del centro poblado Alto Trujillo, en El Porvenir. Ahí, cientos de familias son duramente golpeadas con la crisis económica porque no pueden salir a trabajar por cumplir el aislamiento social.
Desayuno y almuerzos para niños y ancianos
Similar situación se registra en el Barrio 2 de Alto Trujilo. Allí, unas 120 familias pueden alimentarse gracias a la donación de vecinos que hacen posible una olla común instalada en una precaria cocina de leña.
Deysi Polo Ramos es una de las afectadas por la situación que vive el país debido a la emergencia sanitaria. Manifestó que estas familias no han sido beneficiadas con algún bono del gobierno central para afrontar económicamente, la falta de trabajo por el aislamiento social.
"Todos los días instalamos nuestra cocina de leña para hacer el desayuno consistente en la avena y entregarla a los vecinos que forman su fila respetando la distancia", dijo la madre de familia.
Indicó que los alimentos que se preparan todos los días son producto de la colaboración de algunas personas que llegan con arroz, menestras o pollo, los cuales sirven para el almuerzo.
Trabajadores del calzado sin ingresos
Polo Ramos señaló que la mayoría de familias son trabajadores de diversas empresas de fabricación de calzado, pero, por la pandemia del COVID-19, hoy en día no trabajan tras el cierre de sus centros de labores.
"Niños y ancianos sólo se alimentan con desayuno y almuerzo hasta el día siguiente", manifestó una de las promotoras de la olla común quien junto a otras madres de familia, esperan la colaboración de instituciones para poder subsistir.
Comparte esta noticia