Luego de un día que las llamas consumieran más de 10 predios comerciales en el emporio Albarracín, en la urbanización Palermo de Trujillo, las cenizas han dejado un panorama desolador en lo que habitualmente era una zona por donde diariamente transitaban cientos de trujillanos.
Fierros retorcidos, juguetes y demás mercadería quemada, así como enseres domésticos reducidos por las llamas, es el saldo del siniestro que alertó a toda una ciudad que aún espera la visita del papa Francisco.
Y aunque las causas que iniciaron el incendio aún son desconocidas, estas imágenes demuestran lo que pueden atacar incontrolables llamas.