Algunos se dedican a trabajar en restaurantes, a la cosmetología, comercio ambulatorio y venta de comida.
Cada día llegan decenas ciudadanos venezolanos a Trujillo escapando de la crisis política, democrática y social que se vive actualmente en ese país. Ellos se instalan en esta ciudad, buscando un futuro mejor sobre la base del trabajo honrado.
Hombres y mujeres de todas las edades que en Venezuela ejercían una profesión, actualmente se ven en la necesidad de buscar formas de trabajo y oficios tales como la cosmetología, comercio ambulatorio, atención en restaurantes y venta de sus platos tradicionales.
En centros comerciales de la avenida España, por ejemplo, podemos hallar a muchachas venezolanas ofreciendo ropa de vestir y atendiendo en salones de belleza, en tanto, otros se dedican a vender empanadas, las conocidas arepas y café en lugares transitados como la plaza de armas y el paseo peatonal del jirón Pizarro.
Comparte esta noticia