Por primera vez desde el cielo, la Sagrada Hostia llevó esperanza a las personas contagiadas y a las familias que, desde sus casas y azoteas, saludaron el paso del Corpus Christi.
El Corpus Christi sobrevoló esta mañana por los diferentes hospitales de Trujillo que reciben diariamente a pacientes y donde se encuentran internadas personas con la COVID-19.
De esta manera, el Arzobispado Metropolitano de Trujillo celebró la Solemnidad del Corpus Christi que fue presidida por el arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte.
El monseñor Cabrejos acompañó la Custodia de la Sagrada Eucaristía dentro del helicóptero de la Policía Nacional, acondicionado para este viaje especial y que se realizó por primera vez en la historia de las celebraciones de Corpus Christi.
"Para la historia de Trujillo esto va a quedar plasmado porque creo que será el único año que se haga así. También es única en el mundo, no hay hasta el momento ninguna experiencia como la hacemos ahora en la fiesta del Corpus Christi”, dijo monseñor antes de subir al helicóptero.
Renovar la fe y esperanza durante la pandemia
La autoridad religiosa aseguró que es importante que sepan que la fe tiene un doble efecto: motiva energías dentro del espíritu y dentro del cuerpo humano. Según dijo, esas energías nos llevan a vivir en una esperanza y de una manera muy especial durante esta pandemia.
Los fieles prepararon altares en las puertas de sus casas y en sus azoteas, entonaron cánticos, oraron en familia, agitaron banderas y pañuelos blancos cuando vieron en paso de la Sagrada Hostia.
Trujillo ha sido declarada Ciudad Eucarística por la gran devoción que tienen los fieles católicos a la Eucaristía y por la relevancia de la celebración del Corpus Christi a lo largo de los años, congregando a miles de personas en la plaza principal de la ciudad.
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