José Gonzales, natural de Piura, se quedó sin alimento, dinero ni trabajo producto de la pandemia del nuevo coronavirus. Luego de dos meses, pudo ser acogido en un albergue municipal.
José González es un padre de familia que desde el pasado 15 de marzo durmió en las calles de Trujillo junto a su pequeña Rosa María, de 3 años, debido que no tenía dónde quedarse.
Llegó de Piura a Trujillo por motivos de salud de su niña y, tras la declaratoria de emergencia, se quedó varado a su suerte: sin dinero, sin poder viajar y sin trabajo. Perdió su último empleo en una fábrica agroexportadora, porque la empresa tuvo que cerrar debido a la pandemia.
"Ya perdí mi trabajo. Estuve durmiendo en la calle y se dio esta ayuda, sobre todo para mi hija, porque tener una niña a la intemperie es peligroso, se hubiese muerto o enfermado", comentó.
Hoy una sonrisa de esperanza se dibuja en el rostro de José. Ya no pasará más hambre y tendrá un techo donde dormir junto a María Rosa, la niña que lo acompaña, convertida en la razón que lo mantiene en pie pese a las circunstancias que vive lejos de su familia.
La pequeña lo escucha y sabe que ahora podrá tomar su leche, lejos del frío de las calles, lejos del virus que mata a la gente.
"María Rosa, gracias a Dios nos están dando un pan y un albergue donde estar. Aquí vamos a tomar agua, tendremos la comida que siempre te he prometido, ¿te acuerdas?, mientras esperamos volver pronto a casa", le dice a su hija, quien lo escucha atenta.
Así como esta, otras 24 historias de personas en situación de alta vulnerabilidad se pueden encontrar en el albergue municipal "Sembrando Esperanza" que abrió la Municipalidad Provincial de Trujillo en el Polideportivo Chan Chan, ubicado en la avenida América (excomplejo Chicago).
Albergue para cien personas
El alcalde de Trujillo, Daniel Marcelo, explicó que el albergue tiene capacidad para recibir a 100 personas. Su funcionamiento implicará una inversión municipal de más 290 mil soles hasta fin de año.
“Estarán las 24 horas del día el tiempo que sea necesario. Habrá quienes se retiren, pero otros los reemplazarán”, dijo el burgomaestre, precisando que las personas tendrán tres comidas diarias, además de diversos servicios y capacitación.
Este albergue temporal, generado para personas que viven en la calle, busca que puedan cumplir con la inmovilización social obligatoria durante los días que dure la emergencia sanitaria por la COVID-19. Además, es el tercero en el país, después de Lima y Arequipa.
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