El santo padre regaló dos rosarios a Nataly Vargas, quien llevaba en brazos a la pequeña Mía.
Culminado el encuentro Mariano en la Plaza de Armas, en donde la Virgen de la Puerta de Otuzco fue coronada como Madre de la Esperanza y Misericordia, el papa Francisco bendijo a una niña que sufre hidrocefalia congénita.
El Santo Padre se disponía a subir en el automóvil que lo llevaría hasta el aeropuerto de Huanchaco, cuando fue abordado por Nataly Vargas Meramendi, madre de la pequeña, quien le pidió su bendición.
Francisco no solo bendijo imponiendo su mano sobre la cabeza de la menor, sino que también regaló dos rosarios: uno para la madre y otro para la niña, dando muestras, una vez más, de su sencillez y vocación de servicio.
La joven madre agradeció el gran gesto del Papa y también a los agentes policiales que le permitieron el ingreso para que la bendición de su niña fuera posible.
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