A costa de su propia comodidad, vecinos de El Porvenir han tapiado sus puertas y ventanas para impedir que el agua de la quebrada inunde sus casas y vuelvan a perderlo todo en un nuevo Fenómeno El Niño.
Con puertas y ventanas tapiadas en su totalidad, vecinos del distrito trujillano El Porvenir previenen las consecuencias de un eventual huaico que se produciría con la activación de la quebrada San Ildefonso y que causó estragos durante el Niño Costero de 2017.
"Esto es por el agua, ¿por qué más? Yo lo he construido por mi hija que tiene miedo que venga el agua, pero ahora dicen que ya no vendrá... Mira, yo mañana lo voy a sacar, todo el mundo decía el agua, el agua... y ahora, ¿para qué lo voy a dejar?", sostiene un morador bastante afectado por la incomodidad diaria para ingresar a su vivienda.
Los vecinos de la calle Enrique De Paula viven en la denominada "ruta del agua" y han dejado de ocupar el primer piso de sus casas. Bodegas y salas han sido clausuradas para evitar que el lodo y piedras ingrese y vuelvan a perderlo todo.
Y como los accesos han sido clausurados, los vecinos han improvisado unas escaleras de mano para poder ingresar directo al segundo piso. Mientras tanto, otros moradores que han cubierto solo la mitad de sus puertas con ladrillo y cemento, emplean sillas, bancos y hasta costales para poder entrar.
Un caso peculiar el es de una bodega que ha construido un muro para cubrir el 80 por ciento del ingreso. Los clientes suben los sacos de arena y compran sus productos a través del borde.
Otra de las vecinas señala que producto del huaico, el primer piso de su vivienda está inhabitable. "Paso mis días preocupada, pero menos mal que no hay muchas lluvias", asegura mostrando algo de esperanza para que este año no se repita la pesadilla del 2017.
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