A través de una resolución, el ministro de Salud, Luis Napoleón Quiroz Avilés, estableció esta medida, también para los establecimientos de salud de las regiones de Cajamarca, Ucayali, Junín y Amazonas, ante la proximidad de lluvias intensas.
Ante la declaratoria de alerta amarilla dada por el Ministerio de Salud para regiones de Lambayeque, Cajamarca Amazonas, Ucayali y Junín, el gerente regional de salud de Lambayeque, Yonny Ureta Núñez, informó que la principal preocupación es que el 80 % de los establecimientos de salud se encuentran en riesgo en esta región.
En Lambayeque existen 192 establecimientos de salud y la gran mayoría presenta deficiencias estructurales acumuladas durante décadas. Según el funcionario, la región recibió una red “altamente deteriorada”, donde más del 80 % está en condición precaria debido a su antigüedad, falta de mantenimiento y materiales inadecuados para enfrentar lluvias fuertes.
“Muchos establecimientos de salud ya no cumplen especificaciones técnicas ni metraje según la normativa vigente. Aunque invirtamos, igual podrían colapsar, por eso buscamos nuevos terrenos”, indicó.
Entre los establecimientos de salud con riesgo se encuentran hospitales importantes como Las Mercedes, Belén y el antiguo Hospital de Ferreñafe, aunque este último ya fue reemplazado por una nueva infraestructura. También existen casos como el centro de salud de Reque, cuyo reemplazo está próximo a inaugurarse.
Seis establecimientos están en riesgo muy alto de colapso
La situación más crítica se encuentra en las zonas altoandinas, donde seis establecimientos de salud fueron catalogados en “riesgo muy alto”. Estos locales presentan infraestructura antigua, algunos construidos incluso en adobe, y deterioros severos que podrían agravarse con las lluvias.
“Muy alto significa que existe peligro de colapso. Con lluvias podrían caerse”, advirtió el funcionario.
Aunque se han ejecutado mantenimientos de emergencia, estos son insuficientes. El principal obstáculo para reemplazar estas infraestructuras es la falta de terrenos saneados.
“En las zonas altoandinas los terrenos no están saneados. A veces aparece un dueño, luego otro, y eso retrasa todo. Podemos tener el expediente, pero si no está el terreno, no podemos invertir”, explicó.
Alerta amarilla en Lambayeque: ¿qué implica?
El gerente regional de Salud explicó que si bien la declaratoria de alerta amarilla es para estar preparados y atender a la población con brigadas de intervención inicial ante posible desastres climatológicos y eventuales emergencias, tener en estado de riesgo a la mayoría de los establecimientos de salud es preocupante.
“La alerta amarilla nos dice que debemos estar preparados para un desastre climatológico y poder atender a la población con brigadas de intervención”, detalló.
Si bien esta declaratoria no implica de inmediato una transferencia de recursos, sí ordena el uso de fondos propios mientras se evalúa una eventual asignación del Ejecutivo. Tras esta declaratoria, ya se tuvo una primera reunión con autoridades nacionales y regionales en la sede del Centro de Operaciones de Emergencia Regional COER Lambayeque.
Un sistema que necesita reconstrucción urgente
Para la autoridad del sector salud en Lambayeque, la alerta amarilla ha vuelto a evidenciar un problema estructural que la región arrastra desde hace años: hospitales y centros de salud envejecidos, sin mantenimiento adecuado y con limitaciones legales para construir nueva infraestructura.
“En tres años no podemos construir todos los establecimientos de salud nuevos que se necesitan, pero los modulares pueden hacerse en cinco o seis meses”, destacó el gerente.
Mientras tanto, la región continuará bajo vigilancia, con equipos en alerta y un sistema sanitario que deberá responder ante cualquier eventualidad que pueda generar la temporada de lluvias que se aproxima.
Nuevo establecimiento de Reque, ¿para cuándo?
Un caso emblemático es el nuevo establecimiento de salud de Reque, el cual se encuentra construido y equipado, pero aún no puede funcionar debido a la falta de conexión de agua y desagüe. La obra está a cargo de la Autoridad Nacional de Infraestructura - ANIN.
“Ellos se comprometieron a entregar en febrero. La infraestructura y el equipamiento ya están listos; falta culminar los servicios básicos”, informó Ureta Nuñez.
Señaló que la solución para habilitar el desagüe representó un sobrecosto de más de 3 millones de soles y un retraso de casi un año, pues inicialmente se proyectó una ruta de conexión que finalmente quedó descartada. Una vez operativo, este establecimiento servirá como un anillo de contención, atendiendo emergencias de baja prioridad y beneficiando a más de 20 mil personas.