En el centro poblado San Bartolo, en Monsefú, los residentes señalan que el desborde del río los ha dejado sin sus sembríos, con lo que han perdido meses de trabajo y su principal medio de subsistencia
Lambayeque
Residentes de Monsefú están desesperados porque sus terrenos de cultivo se han inundado
La crecida del caudal de los ríos y su desborde en distintas regiones, como consecuencia del ciclón Yaku, continúa causando pérdidas económicas, personales y dejando a su paso historias de dolor y tragedia.
Ese es el panorama que se vive en el centro poblado San Bartolo, en el distrito de Monsefú, región Lambayeque, donde los pobladores, mayoritariamente dedicados a actividades agrícolas, se encuentran desesperados porque sus tierras de cultivo continúan inundadas tras el desborde del río Reque y han perdido sus sembríos.
Un equipo especial de RPP Noticias llegó hasta el lugar y pudo conocer la situación en la que se encuentran los pobladores de esta parte de la provincia de Chiclayo.
Con sus propias manos
Debido a la situación y ante la falta de ayuda de las autoridades regionales y locales, la propia población se ha organizado para rescatar sus tierras. Provistos de palas, además de motobombas y maquinaria que ellos mismos gestionaron, lograron retirar parte del agua que había inundado sus terrenos.
Sin embargo, según dijeron, aún queda bastante tramo que rescatar de las aguas. Además, requieren apoyo de las autoridades para poder remontar las pérdidas económicas derivadas de la situación.
“Ha venido ahorita el río y se ha llevado todo lo que uno ha sembrado. Nosotros cultivamos lentejitas, plantas frutales que también se ha llevado la corriente. Ahorita no tenemos nada para sembrar”, indicó una de las agricultoras.
Los residentes indicaron que han perdido todo el trabajo de la temporada. Además, muchos de ellos, dijeron que no pueden desplazarse hasta el distrito de Reque, donde laboran o tienen sus tierras de sembrío, debido al incremento excesivo de los pasajes.
“Ahorita las motos para ir a Reque quieren S/20. Uno gana S/35 y solo nos queda S/15. Ya no podemos ir a donde nos contratan para cortar betarraga, recoger pepinillos o deshierbar las chacras. Ahorita no se puede ir”, señaló la residente.
Otro hecho preocupante es que, tras el desborde de los ríos, sus tierras se han vuelto arcillosas, lo que les obliga a tener que replantear el tipo de cultivos que harán en las próximas semanas. Esto podría ocasionar el desabastecimiento de algunos productos en los mercados locales y en Lima.
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