Durante la audiencia, la víctima Sara Soto Hernández quiso cambiar su versión y retirar los cargos contra Marcos Arena Chávez. El sujeto también intentó quemarla, arrojándole alcohol, el año pasado, según informó la Fiscalía.
El Séptimo Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque declaró fundado el pedido de prisión preventiva por 7 meses para Marcos Valentín Arenas Chávez (35), acusado del delito de feminicidio en grado de tentativa en agravio de su pareja Sara Soto Hernández (38).
Como lo informáramos, la mujer resultó con quemaduras de primer y segundo grado, luego de que el padre de sus dos hijos, le arrojara combustible y le prendiera fuego porque le reclamó por haber llegado ebrio y no apoyar en la alimentación de los menores.
La titular de la Fiscalía Mixta de Cayaltí, Imelda Yesquen Alburqueque, acreditó que el imputado agredió en más de una ocasión a su pareja. Se conoció que el año pasado intentó también quemarla, arrojándole alcohol, y que la quiso ahorcar con un cable eléctrico.
Durante la audiencia, se leyó el desgarrador testimonio del hijo mayor de la pareja de 14 años, quien presenció toda la agresión y fue quien pidió ayuda para salvar a su mamá.
Cambio de versión
Lo que más llamó la atención durante esta audiencia, es que la víctima quiso tomar la palabra para cambiar la versión de los hechos y desistir de la denuncia, retirando todas las acusaciones contra su agresor. También rechazó toda ayuda legal y psicológica por parte del Ministerio de la Mujer.
Para la fiscalía, los familiares del agresor habrían estado intimidándola y exigiéndole que retire los cargos. Incluso una de las tías del niño, le dijo bajo amenazas que no contara nada de lo sucedido.
En tanto, Marcos Arena no mostró arrepentimiento alguno y trató de sorprender al juzgado. A través de su abogado German Vásquez dijo que lo obligaron a aceptar los cargos cuando aún estaba bajo el efecto del alcohol. Además, indicó que habría sido la propia víctima quien se arrojó así misma la gasolina que guardaba en su taller mecánico.
La magistrada desestimó los argumentos de la defensa del imputado. Finalmente ordenó la medida coercitiva que vencerá en enero del 2020.
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