El sacerdote Miguel Fuertes dijo que todas las noches ocurren incidentes que obligan a contratar personal de vigilancia las 24 horas.
El encargado de la IV Macrorregión Policial de Loreto, coronel Mario Lucar Delgado, informó que se iniciará una investigación para saber concretamente lo que ocurre durante las noches en las plantas de oxígeno del Hospital Regional COVID-19.
El oficial dijo que conversó con el administrador diocesano del Vicariato Apostólico de Iquitos, padre Miguel Fuertes, quien la noche del último domingo denunció, en plena misa, que algunas personas están afectando el funcionamiento de estas plantas.
“Parece que a muchas personas no les gusta lo que estamos haciendo y hemos escuchado declaraciones minimizando lo realizado. Van dos días que extrañamente descubrimos que algo en la planta se ha roto. Por el día, mientras están los técnicos todo va bien y por la noche todo se malogra”, dijo el padre durante la homilía.
Y aunque por el momento no se ha recibido una denuncia formal, Lucar Delgado ordenó que el comisario de Iquitos se entreviste con el sacerdote para esclarecer los hechos.
Por su parte, el padre Miguel señaló que debido a esta situación se destinará dinero de lo recaudado a contratar vigilancia las 24 horas.
“Poner vigilancia las 24 horas del día significa que una cantidad considerable de lo recaudado no se podrá utilizar en medicinas, sino hay que utilizarlo en pagar a los vigilantes. Realmente, se me parte el corazón”, indicó.
El sacerdote dijo que se viene gestionado la compra de otra planta de oxígeno que será instalada en la ciudad de Nauta para que abastezca y ayude a esa provincia y otras poblaciones cercanas.
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