En Catacaos, el pueblo de Narihualá festeja con recreaciones y danzas típicas la llegada de los Reyes Magos o Fiesta de Epifanía.
Lágrimas de arrepentimiento y de perdón derramaron los fieles ante la pequeña imagen del Divino Niño Dios de Narihualá, durante su recorrido por las calles de este centro poblado. En su día central, pese a la ligera llovizna fueron cientos quienes se congregaron desde temprano en la plaza central para escuchar la misa solemne.
El vicario parroquial, puso en relieve que Dios Padre nos entregó a su único Hijo, Jesús, por nosotros, por nuestras faltas y por ello invocó a todos a no negarnos a recibirlo. Luego, tras la ceremonia de izamiento, salió en procesión la imagen del Divino Niño quien recorrió las aún sin pavimentar calles del centro poblado y en cada hogar salía las familias a venerar y dejar una propina.
El lento peregrinaje llevó a la comitiva por sectores olvidados de donde salían grandes y chicos para postrarse ante el Niño Dios. Más adelante las pastorcitas abrían paso mientras en otro sector de la ciudad danzantes y los famosos negritos con sus personajes picaros bailaban y rendían, a su modo de ver la vida, justo homenaje al redentor.
La festividad continúa hasta el domingo y Narihualá está preparada para recibir a quienes lleguen a renovar su fe y mantener viva una de las tradiciones más activas de la comunidad cataquense.
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