'Ana Frank', 'Julio Verne' y 'Gato con botas' son algunos nombres que recibieron por idea de Rodrigo López, quien convirtió la casa de su madre, Anahí Baylon, impulsora de bibliotecas en la región, en un lugar que acoge a 40 felinos.
El albergue piurano Anahí Baylon, ubicada en el caserío El Milagro, acoge a gatos abandonados y los bautiza con nombres literarios o de algún personaje público.
“Gato con botas, Ana Frank, Marco Aurelio y Julio Verne son los más conocidos”, cuenta Rodrigo López Baylon, encargado del local e hijo de la reconocida bibliotecaria argentina Anahí Baylon, quien falleció en abril de este año.
Dese esa vivienda, la gestora impulsaba sus dos pasiones: la lectura y el rescate de los animales.
"Animalistas conocieron a mi mamá y le llevaban muchos gatos y perros a la biblioteca. Todos los traía acá. Algunos los hemos dado en adopción", relata Baylon.
Por ello, Rodrigo ha convertido la casa en un albergue, actualmente con 40 gatos y 8 perros, donde nombra a los felinos de acuerdo a su personalidad, comportamiento y rasgos físicos.
El terreno de dos hectáreas está dividido en tres ambientes para que los felinos tengan cuidados especiales: los enfermos, los nuevos y los antiguos. Los gatos comparten el terreno y el cariño de sus cuidadores con los ocho perros.
"Los animales callejeros y los humanos podemos convivir tranquilamente sin hacernos daño unos a otros. Si ves un animal en la calle dale de comer, no te va a hacer nada, ni te va a contagiar alguna enfermedad. No los mates, si puedes castrar a un animal callejero, hazlo, te cuesta 50 soles", es el mensaje de López.
Rodrigo hizo un llamado a las personas que deseen apoyar esta iniciativa con comida para gatos o donaciones económicas. Además, pidió a las autoridades controlar la natalidad animal callejera en Piura. Ciudad que no tiene un registro, ni una base de datos, según la jefa de la división de Salubridad del municipio, Cinthia Silva.
"Apoyen las campañas de esterilización para que no veamos gatitos tirados en la calle y mucho sufrimiento animal. A nadie le gusta ir caminando y ver a una mamá con cuatro hijitos, está bien, son gatos, pero son iguales que nosotros. Sufren, lloran, tienen hambre y sed. Si está dentro de nosotros poder ayudarlo, háganlo", exhorta el joven.
Rodrigo continúa el legado de su madre y este año, ha implementado una pequeña biblioteca en el caserío Nueva Esperanza.
Anahí Baylon
Con 23 años, la argentina llegó a Piura en 1975 a trabajar en la Biblioteca Pública Municipal Ignacio Escudero de Piura.
"Vine por razones familiares y me quedé, me gustó. Yo soy bibliotecaria así que ha sido siempre mi obsesión hacer que la gente lea lo más que se pueda. Poner los libros al alcance de todas las personas es, me parece la función primordial de los bibliotecarios", contó a RPP Noticias en el 2019.
Esta labor le permitió recibir reconocimientos por parte de instituciones, entre ellas la Biblioteca Nacional del Perú, el Ministerio de Cultura, el Colegio de Bibliotecarios del Perú y la Cámara Peruana del Libro.
Comparte esta noticia