Piden que la Policía y el Ministerio Público se hagan responsables del su caso al no contar con medio económico para su tratamiento.
Con más del 30% del cuerpo quemado se encuentra Eliel Ramos Grande (31) luego que el viernes último su cuerpo ardiera en llamas durante labores de interdicción minera en el distrito de Ananea, provincia de San Antonio de Putina en Puno.
El hecho ocurrió en el campamento minero Cruz Pata, en el sector Chaquiminas, donde Ramos Grande habría burlado el cerco perimétrico e ingreso a un cargador frontal del que era operador desde hace tres meses, para que luego saliera de la cabina con el cuerpo encendido.
De acuerdo a la versión de la Policía Nacional y el Ministerio Público, el hombre se prendió fuego en su afán de frustrar la destrucción de su cargador frontal; sin embargo la hermana de la víctima, Nely Ramos, su hermano sería incapaz de atentar contra su vida.
Afirma que hubo una mala manipulación, pero cree que alguien desató el fuego y causó que su hermano ardiera en llamas. además cuestionó que no hay sido asistido rápidamente por lo policías que se encontraban en el lugar.
El operador minero, quien se encuentra en una clínica particular de Juliaca, presenta quemaduras de tercer grado y su estado es muy delicado, por ello sus familiares piden que la fiscalía y la policía se hagan cargo de su caso, porque ya no cuentan con medios económicos para solventar sus curaciones e intervenciones quirúrgicas.
Según la esposa del herido, Ruth Lizárraga Quispe (27), han gastado más de cinco mil soles y no tienen más recursos, por lo que pidió a la ciudadanía a que solidaricen con ellos, ya que Eliel era el único sustento para sus hijos de cuatros y dos años de edad.
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