Los fardos de coca, que ascendieron a un aproximado de 120 kilos, fueron internados en los almacenes de la Empresa Nacional de la Coca (ENACO), en su sede de Juliaca.
Seis fardos de hoja de coca ilegal fueron la clave para poner al descubierto 17 paquetes de alcaloide de cocaína que eran trasladados en un bus de la empresa de transportes Águilas que se dirigía de Putina a la provincia de Sandia (región Puno).
La intervención se realizó ayer cerca de las 11:30 de la noche durante un patrullaje de rutina por miembros de la comisaria sectorial de Putina, a la altura de comunidad de Ticani, distrito de Quilcapuncu.
Los sacos de coca llamaron la atención de los agentes, y en vista que nadie asumió la propiedad de ellos, el vehículo junto a sus ocupantes fue conducido a la dependencia policial. Tras un registro minucioso, en la bodega de la unidad se encontró una caja de cartón con mandarinas y otras frutas, dentro de ellas siete paquetes tipo ladrillo. Otros 10 envoltorios similares estaban camuflados en un costal lleno del referido cítrico.
El fiscal especializado Paul Cabanillas y personal de la Sección Antidrogas (SECANDRO), realizaron la prueba de campo, confirmándose que los 17 paquetes contenían alcaloide de cocaína. Tras interrogar a los 36 pasajeros, se sindicó como presunto propietario de la mercadería a Félix Quispe Pinto (34), quien fue detenido junto al conductor del bus, River William Apaza Mamani y su ayudante José Andrade Condori.
Los fardos de coca, que ascienden a un aproximado de 120 kilos, también fueron requisados e internados en los almacenes de la Empresa Nacional de la Coca (ENACO), en su sede de Juliaca.
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