Madre pidió a obispo de Puno que se disculpe por jalón de oreja a niño

Silvia Edith Calcín Calcín, madre del niño de ocho años que fue agredido por el obispo de Puno, Jorge Carrión Pavlich habló en exclusiva con RPP Noticias tras conocerse que el próximo 5 de octubre fue citado ante el Primer Juzgado de Familia por jalar las orejas al menor durante una misa.

Ella narró los hechos precisando que aquella mañana del pasado 27 de marzo, en el Santuario de la Virgen de La Candelaria cuando el menor fue a recibir la hostia, evento que ocasionó su curiosidad al mirarla debido a que era la primera vez que la veía.

"El error que cometió fue como menor, pues observó la hostia porque era la primera vez que iba a recibir. Cuando estaba a pocos metros el obispo lo jaló en cinco a seis segundos, le hizo llorar [...] entonces me sentí muy indignada porque no pude conversar con el padre", narró.

Este hecho ocasionó que la señora Calcín se dirija en varias ocasiones a buscar al obispo a fin de hablar con él, sin embargo en todo momento indica que recibió hasta maltrato por parte del vicario pues no quería recibirla. Esto ocasionó que efectúe la denuncia correspondiente ante las autoridades teniendo el examen médico y psicológico.

Llegó a visitarlos. La señora Silvia contó que unos días después, el obispo Carrión Pavlich llegó hasta su casa y logró hablar "después vino a visitar aquí a nuestra casa para pedir disculpas, eran unas disculpas que también tenían otro mensaje", contó.

Sin embargo, se percataron que el padre ya hasta en tres ocasiones cambiaba su versión, "En un principio estaba reconociendo, después negaba y ahora dice que solo lo tomó de la oreja, lo agarró más no lo jaló. No sabemos por qué cambió su versión, creemos que quiere librarse de toda culpa", indicó.

Pide las disculpas. La madre del menor afectado indicó que lo único que quieres es que el obispo pida disculpas públicas para que este hecho no vuelva a suceder, "la ley se hará cargo y sancionará de acuerdo a lo que corresponda", dijo.

La madre también dijo que debido a este hecho su hijo ya no visita los templos de la ciudad, incluso ella ya no va a las misas pues aún se siente mal cuando escucha que mencionan al obispo agresor.

Finalmente dejó un mensaje a los padres de familia, "Que tengan más cuidado de acercarse a los padres, siempre fui con ellos y nunca pasé algo parecido, de ahora en adelante tendré cuidado y que la población también tenga cuidado porque no sabemos a quienes estamos apersonando", sentenció.