En vez de ser entregada a las familias damnificadas por las lluvias e inundaciones, estaba guardada en el almacén del municipio.
La Contraloría General de la República encontró sacos de arroz, azúcar y calaminas oxidadas en la Municipalidad distrital de Casitas, ayuda humanitaria que debió ser distribuida oportunamente a los damnificados de las lluvias y la activación de quebradas en Tumbes.
Los alimentos estaban en estado de descomposición, además había ropa y carretillas que fueron enviadas por Defensa Civil de Lima. En otro ambiente hallaron depósitos de combustible que eran facturados por la comuna.
En un oficina, la esposa del alcalde Rodrigo Merino, arreglaba canastas con ropa, alimentos no perecibles y otros productos que pensaban entregarlos el Día de la Madre (14 de mayo). La inspección se hizo a raíz de la denuncia de la subprefecta de Casitas Amelita Fernández Becerra.
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