Tras el autogolpe de Alberto Fujimori en 1992, el líder del partido aprista solicitó asilo político en la embajada de Colombia. El vecino país lo aceptó.
No es la primera vez. En 1992 Alan García Pérez se presentó ante la embajada de Colombia junto al aprista Jorge del Castillo para solicitar asilo político al entonces embajador Jaime Gutiérrez Plaza. Sin embargo, a diferencia del reciente pedido, las circunstancias eran distintas.
En ese entonces, García se encontraba en la clandestinidad tras el autogolpe de Alberto Fujimori. Ello luego de que el ex presidente fuese acusado por el Gobierno por posesión ilícita de armas durante su primer gobierno (1985 - 1990) que, según portavoces gubernamentales, fueron halladas en su domicilio y en el local central del Partido aprista. Por dicho motivo se abrieron dos procesos en su contra.
García Pérez calificó dichas denuncias de "patrañas" y que, al igual que ahora, estaba sometido a una "persecución política" por el Gobierno de facto del presidente Alberto Fujimori. El 31 de mayo de 1992 se presentó en la residencia del embajador de Colombia. Tras una conversación de dos horas con el entonces embajador, este le concedió el asilo en primera instancia.
A la media noche, Gutiérrez se comunicó con el presidente colombiano César Gaviria quien reiteró la decisión del embajador. Tras el pedido de asilo, Alan García pudo viajar fuera del país, primero a Colombia y luego a Francia.
En aquel entonces, el gobierno de Alberto Fujimori respetó la decisión del gobierno colombiano y concedió un salvoconducto para que García pudiera viajar a Colombia. El expresidente aprista no volvió al Perú hasta el 2001 cuando prescribieron las investigaciones.
A diferencia de esa solicitud de asilo, esta vez el expresidente cuenta con un impedimento de salida del país dado por el caso del Metro de Lima, en el que supuestamente Odebrecht pagó un soborno a Alan García a través de la conferencia realizada en Brasil.
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