Tras la vacancia presidencial, el politólogo Alberto Vergara señaló que “no hay nada que celebrar” desde el Congreso, puesto que este Poder del Estado también fue parte de la “debacle nacional”.
El politólogo Alberto Vergara consideró que el expresidente Pedro Castillo dio “un salto de la sartén al fuego” al haber intentado perpetrar un golpe de Estado con la disolución arbitraria del Congreso y la reorganización del sistema de justicia.
En declaraciones al diario El Comercio, el especialista señaló que el exjefe de Estado cometió un “acto de genuina imbecilidad”, accionar que, además de provocar su vacancia, le ha costado una detención preliminar por los presuntos delitos de rebelión y conspiración.
“Pienso que fue un acto de genuina imbecilidad. Saltó de la sartén al fuego. El final de un hombre mediocre, política e intelectualmente, y también mediocre moral, un tipo sin dignidad. Se dijo que huiría como un pillo y así intentó”, dijo Vergara, en referencia al intento de Castillo de asilarse en la embajada mexicana en Perú.
Así, el politólogo destacó la actuación de las instituciones, como la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, que rechazaron la intentona golpista del maestro chotano.
Vergara también mencionó “puntos de quiebre” que han remecido el país, como la convulsión por la asunción de Manuel Merino y la hipótesis del fraude promovida por Fuerza Popular, y cuestionó que, a pesar de la magnitud de estos hechos, poco o nada se ha hecho por reforzar el sistema democrático.
“Una vez más las instituciones aguantaron. Aguantaron el proyecto autoritario de Merino, aguantaron el golpe de la derecha fraudista y ahora resistieron el golpe castillista. Esos episodios deberían ser la oportunidad de fortalecer la democracia. Y, sin embargo, no lo hacemos, cada vez defraudamos la oportunidad. Son puntos de quiebre que no quiebran nada. Ojalá lo que acaba de ocurrir fuera un punto de quiebre que quiebra”, precisó.
No hay nada que celebrar desde el Congreso, dice Vergara
De otro lado, el analista político se refirió a las celebraciones que se presenciaron al interior del Parlamento, luego de que se concretara la vacancia presidencial por la causal de permanente incapacidad moral.
Vergara consideró que no hay nada que celebrar, puesto que el Parlamento fue parte de la “debacle nacional” que se vivió en los 17 meses caracterizados por las fricciones entre el Ejecutivo y Legislativo.
“No hay nada que celebrar. Este episodio es el último de una debacle nacional, de la cual ellos son parte. Muchos de los congresistas quisieron dar un golpe de Estado con el cuento del fraude. Y creo que hay algo importante: en este año y medio el Ejecutivo y Legislativo funcionaron como una alianza tácita para demoler la capacidad regulatoria del Estado”, criticó.
Consultado por el papel de la izquierda peruana y sus bancadas en la gestión de Castillo Terrones, el especialista respondió: “Ha sido terrible. Desde el gabinete Bellido le entraron a la repartija en el Estado con un ardor impensado. Después de 30 años hablando de la ciudadanía, en realidad, seguían buscando un inca”.
Finalmente, Alberto Vergara enfatizó que, en esta nueva etapa del país, debe primar el diálogo entre los principales actores políticos del país, como el caso del Gobierno y el Parlamento, para sostener el sistema democrático.
“Si la conversación es inexistente y nos despreciamos unos a otros, la democracia es inviable. Pero creo que sentarse a conversar supone reconocer errores, pedir disculpas, demostrar sentido de enmienda y así poder confiar nuevamente en el otro”, finiquitó.
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