Alejandro Toledo está recluido en el penal Barbadillo: ¿qué dificultades hubo para extraditar al expresidente?

El proceso de extradición contra el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006) inició el 25 de mayo de 2018, cuando la Cancillería presentó la solicitud a Estados Unidos. Casi cinco años pasaron para que el exmandatario llegara a Perú con el objetivo de comparecer ante las autoridades por supuestamente recibir coimas de la constructora brasileña Odebrecht para adjudicar la construcción la carretera Interoceánica, tramos II y III, durante su gestión gubernamental.

A horas del internamiento del fundador de Perú Posible en el penal de Barbadillo, Edgar Rebaza, jefe de la Oficina de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones de la Fiscalía, comentó cuáles fueron las dificultades que tuvieron las autoridades nacionales para concretar la llegada de Toledo Manrique.

En Ampliación de Noticias, Rebaza señaló que la extradición fue “bastante largo” por factores como el idioma y los innumerables recursos que presentó la defensa legal del exmandatario para dilatar el proceso en EE.UU.

A estos dos escenarios, se sumó un panorama imprevisto e impensado para las autoridades peruanas: la pandemia de la COVID-19 en 2020. A decir del funcionario, la emergencia sanitaria dificultó las gestiones y las comunicaciones entre ambos países.

“Ha sido una extradición de un lenguaje distinto [inglés y español], eso siempre nos complica, porque con países de habla española la comunicación es en el mismo idioma y no merece traducciones que pasen por oficinas particulares. Entendamos que, si algo puede comunicarse en tiempo real, una traducción oficializada demora más”, comentó.

“La defensa ha sido bastante activa para querer evitar la extradición y, luego, decidida la extradición, ha presentado todos los recursos que dilataron el proceso”, agregó.

Asimismo, Rebaza reiteró que se concedió la extradición de Toledo porque, tanto las instancias judiciales como las gubernamentales de EE.UU., determinaron que había pruebas sólidas en la investigación que se le sigue a Alejandro Toledo por los presuntos delitos de lavado de activos y tráfico de influencias.

“Lo que determina el éxito de una extradición es que detrás de la solicitud haya un caso con elementos suficientes y sólidos. Esto ha sido analizado dentro del proceso de extradición en la etapa judicial, que resultó favorable para Perú, y esto permitió que pase a la etapa gubernamental. En ambas instancias se verifican las condiciones del caso, su fortaleza y solidez”, destacó.

¿Por qué no viajó una delegación peruana a recoger al expresidente y qué pasa con el caso Ecoteva?

De otro lado, el jefe de la Oficina de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones de la Fiscalía explicó que Estados Unidos determinó que sus oficiales sean quienes trasladen al exmandatario a territorio nacional; tal y como se apreció en las primeras imágenes de la llegada de Alejandro Toledo.

“El país que solicita la extradición es quien recoge al extraditado. En esta ocasión, dadas las circunstancias por la figura de un expresidente y, además, porque la defensa aprovechaba para interponer medidas dilatorias, las autoridades americanas decidieron asumir el traslado”, comentó.

Consultado por cuál es la situación del proceso de extradición por el caso Ecoteva, Rebaza recordó que en diciembre de 2021 se presentó una solicitud para extraditar a la ex primera dama Eliane Karp; sin embargo, reveló que el requerimiento aún no sido calificado por la justicia norteamericana.

“Se ha reiterado la necesidad de que esto se resuelva pronto”, puntualizó.