Revista Caretas señaló que el jefe del INPE encontró al líder etnocacerista viendo un DVD del grupo Kiss con una pipa de marihuana.
La revista Caretas reveló entretelones hasta ahora desconocidos del traslado del líder etnocacerista Antauro Humala desde el penal Virgen de la Merced hacia la Base Naval del Callao.
Según la publicación, el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), José Luis Pérez Guadalupe, llegó al penal Virgen de la Merced para hacer una visita inopinada para comprobar las condiciones de reclusión de Antauro Humala, pero no encontró al reo en su celda.
"Pérez Guadalupe se dirigió a la oficina del director del penal (César Magno Torres) para llamar por teléfono. Pero quien estaba allí era el hermano del presidente", relata Caretas en un artículo publicado hoy.
"Antauro pasaba una plácida noche sabatina, tendido en el sofá del director del penal militar. En la pantalla del televisor LCD veía un DVD en vivo del grupo Kiss. Una humeante pipa de marihuana descansaba en su mano. Eran las 11 y 20 de la noche", agrega.
Según Caretas, Pérez Guadalupe descubrió que los ambientes del penal estaban sin candado. Luego, el jefe del INPE procedió a redactar un acta en la que dio cuenta de la escena. El documento recogía además las declaraciones de un servidor penitenciario, quien señaló que Antauro era llevado diariamente a la oficina del director del penal.
"El acta lleva las firmas de Pérez Guadalupe, sus custodios, Christian Sosa y Joseph Apata, y del agente Rolando Chimoy Jirón. Antauro Humala se negó a firmar el documento", refiere Caretas.
La decisión del presidente
Según la revista, el jefe del INPE y el ministro de Justicia, Juan Jiménez Mayor, acudieron la mañana siguiente de estos acontecimientos a Palacio de Gobierno, para dar cuenta de lo ocurrido al presidente Ollanta Humala.
"Pérez Guadalupe y Jiménez expusieron lo ocurrido la noche anterior en el penal militar e hicieron énfasis en que Antauro seguía consumiendo marihuana en exceso y muy probablemente otras sustancias", refiere la mentada publicación.
"Ante el agravante, el presidente optó por no oponerse al traslado (a la Base Naval del Callao), aun a sabiendas de lo que significaría en su propia familia", concluye Caretas.
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