´Conocí a Toledo circunstancialmente cuando iba a reunirme con la señora. La primera vez que me reuní se presentó, lo saludé, (...) y punto. No tengo ninguna relación de amistad´, dijo Esquenazi.
David Eskenazi Becerra, apoderado legal de Eva Fernenbug en las compras de una casa en Casuarinas y una oficina en el edificio Omega, en la Molina, negó tener algún tipo de relación con el expresidente Alejandro Toledo y su esposa Eliane Karp.
Así lo declaró en la sesión de la Comisión de Fiscalización del Congreso realizada este viernes. Afirmó que colaboró con la suegra del exmandatario luego que ella se lo solicitará debido a su prestigio dentro de la comunidad judía.
"He venido a colaborar a aclarar todo lo que se ha hablado sobre el tema. Tengo un prestigio ganado dentro de la comunidad judía y es en base a eso que la señora Eva Fernenbug despositó su confianza en mí, para asesorarla", dijo a los integrantes del citado grupo de trabajo.
Precisó que Fernenbug le dijo que quería comprar un inmueble y que necesitaba asesoría sobre las escrituras de las transacciones, y que le otorgaron un poder por escritura pública.
Afirmó que se reunió varias veces con la madre de Eliane Karp, y que esta participaba activamente en el proceso de compra, y que además tenía muy claras las cifras y las formas de pago de los inmuebles.
Indicó que conoció a Toledo en una las reuniones que tuvo con Fernenbug, en la casa de Camacho del líder peruposibilista, pero que no tiene ningún vínculo de amistad con él, ni tampoco ninguna filiación partidaria.
"Conocí a Toledo circunstancialmente cuando iba a reunirme con la señora. La primera vez que me reuní se presentó, lo saludé, intercambie un par de palabras y punto. No tengo ninguna relación de amistad o enemistad con él. No pertenezco a ningún partido político, ni tengo intención de pertenecer a alguno", dijo en la ronda de preguntas de fiscalización.
Respecto a la participación de la pareja Toledo-Karp en la compra de los inmuebles, dijo desconocer si tuvieron participación e indicó que solo recibía instrucciones de Eva Fernenbug quien ya había acordado los precios y las formas de pago.
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