Así lo estimó el internacionalista Ernesto Velit Granda.
La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes (ASPA) será una buena oportunidad para emitir un pronunciamiento unánime a favor del reconocimiento del Estado Palestino ante las Naciones Unidas, consideró hoy el internacionalista Ernesto Velit Granda.
Dijo esperar un consenso general entre los gobernantes que líderes y gobernantes que asistirán a la cumbre, a realizarse en Lima el 1 y 2 de octubre, en defensa de los derechos del pueblo palestino, cuyo territorio se encuentra ocupado por Israel.
“Seguramente que el presidente de Palestina, Mahmud Abás, va a proponer o plantear un acuerdo de apoyo al pueblo palestino y de condena a la política de Israel en el Medio Oriente”, dijo Velit en declaraciones a la agencias Andina.
Velit Granda recordó que actualmente existe un apoyo mayoritario de los 22 países miembros de la Líga Árabe a favor de la causa palestina.
El embajador palestino en Perú, Walid Abdel Rahim, ha calificado a Perú como un país solidario al reconocer a la causa palestina como Estado ante la ONU, recordó.
De otro lado, Velit saludó la posibilidad de que la Declaración de Lima, que se emitirá al final de la Cumbre del ASPA, incluya una condena unánime en contra del terrorismo, por ser un flagelo que afecta muchos países.
Dijo sin embargo que otro de los temas que debe ser abordado en la cumbre ASPA es la necesidad de emitir un pronunciamiento en contra del gobierno de Siria, condenando la represión contra la población.
Sostuvo que es necesaria una acción más enérgica de la comunidad internacional contra el régimen de Siria, país que ha sido excluido de participar en la Cumbre.
“Ahí falta un acuerdo de más fuerza de grupos significativos, y yo creo que los grupos que forman el ASPA podría en algún momento tomar un acuerdo condenando la represión oficial contra el pueblo de Siria”, aseveró.
En otro momento, Velit calificó de importante la oportunidad que ofrecerá el ASPA para los países como Perú que buscan alcanzar acuerdos comerciales y una mayor inversión de parte de las naciones árabes.
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