Ante el Pleno del Congreso, la canciller recordó que el Congreso no aprueba el itinerario sino el destino del viaje presidencial, lo cual, insistió, se respetó desde el Ejecutivo.
La escala del presidente Ollanta Humala en París, donde sostuvo un encuentro con su homólogo francés, Francois Hollande, tras su visita oficial en Asia, no transgredió las normas constitucionales, aseguró este viernes la canciller, Eda Rivas, quien descartó que haya sido una visita oficial, de Estado o de trabajo.
"La actuación del Ejecutivo en este caso se ajusta a lo dispuesto en la Constitución y las normas legales vigentes, considerando tanto las facultades del Congreso como del presidente de la República", aseveró ante el Pleno del Congreso.
Señaló que se respetó siempre la autorización otorgada por el Legislativo, que establecía el viaje del jefe del Estado entre el 2 y 10 de octubre para la visita oficial a Tailandia y la XXI Cumbre APEC realizada en Bali, Indonesia.
"El itinerario contempló desde el comienzo que el presidente de la República se traslade en vuelo comercial de Lima a París el 2 de octubre y que volviera de esa ciudad a Lima en vuelo comercial", manifestó.
Desde París, dijo, se hizo el viaje a Bangkok, Tailandia, y de allí a Indonesia en el avión presidencial, en vista de la antigüedad de la nave y su limitada autonomía de vuelo, por lo que se programó también paradas en El Cairo, Dubai e India.
"Para el viaje de retorno, desde un inicio, se consideró que la noche del 7 de octubre partiera de Bali en la misma ruta de ida en avión presidencial. Y estaba previsto que la mañana 9 de octubre tomara vuelo comercial de París a Lima", añadió.
Tras referir que nunca hubo un cambio en el viaje del mandatario, mencionó que el 2 de octubre el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, enterado por los permisos de vuelo, plantea a la Cancillería, mediante la embajada peruana en París, que el presidente pudiera conversar con Hollande antes de su vuelo de regreso.
De ello, comentó, se tomó conocimiento el día 3 cuando llegan a la capital gala, y el jefe del Estado resuelve aceptar.
"Es pertinente resaltar que el presidente no ha realizado una visita de estado, oficial ni de trabajo a Francia, pues ese no era el objeto de viaje. Se ha tratado de aprovechar el paso por París para tener un diálogo no sujeto a una agenda previa", detalló.
Añadió que fue un encuentro con un diálogo informal, en el que se habló el alto nivel de la relación bilateral, la cooperación en materia educativa y sobre la exoneración de la visa Schengen para los peruanos, que es vista por la Unión Europea.
Recordó que el Congreso no aprueba el itinerario sino el destino del viaje presidencial, lo cual, insistió, se respetó desde el Ejecutivo, y aceptar la invitación francesa no cambió de ninguna manera el objetivo del mismo.
Mencionó, ejemplo, que en la última Asamblea de las Naciones Unidas el mandatario tuvo reuniones con otros mandatarios como el chileno, y no por ello se incumplió lo establecido en la autorización de entonces.
Andina
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