El exministro aprista es acusado de dirigir un grupo de hombres que se dedicaron a realizar asesinatos selectivos a terroristas y opositores del primer gobierno aprista. Podrían ser sentenciado a 25 años de prisión.
El exministro Agustín Mantilla afronta el juicio oral por presuntamente haber dirigido una banda de asesinos que actuaba como grupo paramilitar ejecutando a miembros terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA y a opositores del primer gobierno aprista (1985 – 1990).
Junto a él se encuentran sentados en el banquillo de los acusados los demás integrantes del denominado ‘Comando Rodrigo Franco’ entre los que se encuentran civiles y personal policial, quienes habrían actuado en conjunto para llevar a cabo los asesinatos. Ellos son: Franco Jesús Ríos (alias ‘Chito Ríos’), Jorge Huamán Alacute, Enrique Melgar Moscoso, Carlos Farfán Yácila, Óscar Urbina Sandoval, Gino Fiori Gonzales, Juan Pampa Quilla y Walter Lauri Morales.
La Fiscalía los ha acusado por secuestro y homicidio del líder sindical minero Saul Cantoral y Consuelo García, su compañera; también del abogado izquierdista Manuel Febres; y por las muertes de los estudiantes Miguel Pasache Vidal y Sócrates Porta Solano quienes, al parecer, habrían participado en secuestros como miembros del MRTA.
En los fundamentos fiscales se califica las muertes como delitos de lesa humanidad por ejecutarse de manera cruel, sistematizada y generalizada (dichos delitos no pueden prescribir) por lo que podrían llegar a cumplir 25 años de prisión. Adicional a ello el fiscal Luis Landa que presenta el caso al Colegiado A de la Sala Penal Nacional ha pedido el pago de 200 mil soles de reparación civil para cada uno de los acusados.
Por su parte, los representantes de algunos de los involucrados no han encontrado mejor forma de defensa anticipada que pedir la prescripción de los cargos por haber pasado 25 años de ocurridos los hechos, o solicitar que se elimine la imputación de secuestro, ya que evidentemente agrava la pena.
Sin embargo, la principal característica de todas las muertes es la de secuestro luego de lo cual aparecían en calles u otros lugares los cuerpos sin vida de las víctimas.
Mantilla, cuyo abogado es Humberto Abanto, pidió que se elimine la calificación de delito de lesa humanidad, y que se le juzgue solo por homicidio calificado. Los pedidos fueron desestimados.
CVR
Al Comando Rodrigo Franco se le atribuyen muchos más asesinatos, pero debido a la complejidad de los casos la fiscalía se ha basado en los mencionados, pues son de los que se tienen mayores pruebas.
Incluso, uno de los testigos identificado como Miguel Exebio, sostiene que las ejecuciones se realizaron en todo el Perú, y aunque no tiene una cifra definida, refiere que pueden ser hasta 60.
La mayoría de las acusaciones se basan en el informe final que presentó la Comisión de la Verdad y Reconciliación en 2003, la que a su vez recoge declaraciones de testigos a los que se les asignan números quienes pertenecieron al comando o conocieron a quienes realizaban los operativos.
El informe de la CVR también se basa en investigaciones anteriores realizadas por el Congreso, y refiere que no existe mucha información sobre otros casos debido a que cuando ocurrían los asesinatos las investigaciones policiales y fiscales, no trascendían y terminaban en el archivo.
El informe compromete a Mantilla, señalando que en su calidad de viceministro gestionó y facilitó el acceso de personal civil a logística e infraestructura policial.
“El Comando, además de sus integrantes civiles contaba con el apoyo de un reducido número de efectivos policiales. Estos fueron algunos miembros del GRUDE de la Guardia Civil y del Delta 5 de la Dirección Contra el Terrorismo de la Policía de Investigaciones. La participación de estos efectivos policiales habría sido posible por el ascendiente que tenía sobre ellos Agustín Mantilla, por su posición en el Ministerio del Interior”, señala.
“Los testigos reservados Nº 17, 32 y 62 y algunas otras personas, mencionan como cabeza de la organización paramilitar a Agustín Mantilla Campos, quien entonces era Vice-Ministro y luego Ministro del Interior en el gobierno del APRA. Su presencia en el Ministerio del Interior, le habría permitido obtener información privilegiada que fue utilizada para las acciones del Comando”.
Ahmed Alava
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