El ex presidente tiene la intención de visitar la ciudad de Bagua (Amazonas), tras los hechos de violencia que dejaron más de 30 muertos entre policías y nativos.
El ex presidente de
Amador Velásquez, integrante del Comité Ejecutivo Nacional de PP, declaró a EFE que Toledo "está preocupado por la situación del país y de los amazónicos", tras los hechos violentos que causaron la muerte de más de 30 personas la pasada semana.
El ex jefe de Estado y su esposa, que no declararon a la prensa, fueron recibidos en el aeropuerto internacional Jorge Chávez por los máximos dirigentes del partido de la chalana y por unos 200 de sus seguidores.
Toledo "posiblemente viaje a Bagua y a la zona del conflicto, porque la señora Eliane Karp, como fue presidenta de Indepa (Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos) conoce y ha tratado con los jefes de
Bagua fue el epicentro de los violentos enfrentamientos del fin de semana pasado que dejaron 24 policías y 9 civiles muertos, en medio de las protestas de los indígenas contra unas leyes que consideran lesivas a sus intereses.
El dirigente de Perú Posible aseguró a EFE que Toledo "está de acuerdo" con la protesta de los indígenas y dijo que "en su gestión nunca hubo tanta brutalidad".
Jornada de lucha
De otro lado, centenares de personas secundaron en varias zonas del país la jornada de lucha convocada en solidaridad con los indígenas amazónicos.
En Lima, la marcha convocada por organizaciones sindicales y civiles transcurría de modo pacífico hasta que llegó a los exteriores del Parlamento.
El gas ayudó a sembrar más desconcierto y caos entre los protestantes, que respondieron con nuevos lanzamientos de piedras y botellas de vidrio, así como algunos cócteles molotov.
Mientras algunos vendedores ambulantes pasaban a los civiles pañuelos empañados en agua para paliar los efectos de los gases, la policía desarrollaba una estrategia que buscaba dividir la manifestación en grupos menores, más fáciles de controlar.
Poco a poco el trabajo policial, que también realizó varias detenciones, dio sus frutos y los manifestantes quedaron dispersados en calles transversales, desde las que continuaron sus arengas.
En el resto de las principales ciudades del país las marchas también fueron numerosas, aunque no derivaron en episodios violentos.
Con información de EFE
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