El representante del Perú ante la OEA dijo que ya se atendió a 72 mil personas (que representa el 60% del total de víctimas), lo que ha significado para el erario 231 millones de soles.
En la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) el representante permanente del Perú, el embajador Juan Jiménez sostuvo que el terrorismo dejó una secuela de muerte, atraso y destrucción que afectó principalmente a los más pobres y que finalmente “todos los peruanos hemos sido víctimas del terrorismo más cruel de América Latina”.
La reunión, llevada a cabo en el Salón de las Américas, fue promovida por el Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE) de la OEA y contó con la participación del director ejecutivo del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, Javier Rupérez, y la directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior de España, Sonia Ramos Piñeiro.
Asimismo, estuvo presente la directora de la Oficina de Justicia para las Víctimas de Terrorismo al Extranjero del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Heather Cartwright.
Jiménez señaló que Sendero Luminoso fue el principal perpetrador de asesinatos, masacres y arrasamientos de comunidades campesinas de las zonas más pobres del país.
Recordó, por ejemplo, la masacre de Lucanamarca de abril de 1983 que produjo el asesinato de 69 personas entre niños, mujeres embarazadas y ancianos, perpetrado por el terror de la citada organización terrorista.
El embajador ante el organismo regional señaló que la clave para entender a una víctima del terrorismo es conocer la crueldad con la que actuó el terrorismo, que secuestró finalmente a todo un país y que nos convirtió en ciudadanos sensibles frente al terror como ningún otro en América Latina.
Puntualizó que los años del terror anquilosaron al país y lo hicieron más pobre. No obstante, enfatizó que hoy somos una economía sólida, líder en la región, estable jurídicamente y atrayente de grandes inversiones. “Somos un país que se moderniza de manera muy acelerada y en democracia”, afirmó.
AVANCES NOTABLES DEL PROGRAMA DE REPARACIONES
Informó que en el Perú el Programa de Reparaciones ha tenido avances notables y que durante la administración del presidente Humala se ha efectuado la más grande apuesta por la reparación a las víctimas del terror.
Indicó que, al igual que en el caso colombiano, no se consideran víctimas a los “miembros de las organizaciones subversivas”, los que no pueden recibir del Estado reparación económica alguna. Al contrario, señaló que los terroristas le deben a la nación 3,900 millones de soles.
Jiménez Mayor dio cuenta en la sede de la OEA que se ha creado un registro único de víctimas que atiende reparaciones individuales y colectivas, así como programas de educación, salud, vivienda y reparaciones simbólicas o no dinerarias.
Señaló que el Consejo de Reparaciones ha registrado a las víctimas y que una particularidad el Perú respecto a otros países, es que también se considera víctima a los integrantes de la PNP y las FFAA, además de los comités de autodefensa y autoridades civiles.
Asimismo, apuntó que ya se atendió a 72 mil personas (que representa el 60% del total de víctimas), lo que ha significado para el erario 231 millones de soles (88 millones de dólares). De este total, casi dos mil son integrantes de las FFAA y PNP.
Además, dijo que el Consejo de Reparaciones ha acreditado hasta el momento a 5,712 comunidades campesinas, nativas y centros poblados. De este número, refirió que el Estado ya ha reparado a 2,045 comunidades, por un monto total de 245 millones (94 millones de dólares).
“Si sumamos las reparaciones individuales y colectivas aportadas por el Estado peruano, tenemos 476 millones de soles o 183 millones de dólares, una cifra muy histórica dedicada a restaurar las heridas del pasado”, recordó Juan Jiménez.
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