Ante la Sala Penal Nacional, Hurtado reconoció que en la lucha antiterrorista en esa época se cometían "sistemáticas ejecuciones extrajudiciales".
El exmilitar Telmo Hurtado Hurtado, principal acusado de la matanza de más de 60 campesinos en la localidad ayacuchana de Accomarca, ocurrida en 1985, admitió su culpabilidad y contó su verdad por primera ante el tribunal que lo juzga.
Ante la Sala Penal Nacional, Hurtado reconoció que en la lucha antiterrorista en esa época se cometían “sistemáticas ejecuciones extrajudiciales” por orden de sus jefes superiores: el Comando Político Militar de Huamanga.
Hurtado reconoció que mató a 31 personas en Accomarca por orden de sus jefes: el oficial de Inteligencia César Martínez Uribe Restrepo y el jefe político militar de Ayacucho, Wilfredo Mori Orzo.
Según su nueva versión, la matanza fue organizada por el comando político militar de Ayacucho, como una operación de limpieza de terroristas en una zona roja, recoge el diario La República.
"La operación consistió en eliminar la base de apoyo o grupo senderista que había allí. El guía sindicó a todos como terroristas, lo mismo que las investigaciones que señalaban que era una zona roja", testimonió Hurtado.
Cuando la matanza fue revelada por la prensa, Hurtado recibió una orden: hacerse "el loco" ante la Comisión del Congreso para salvar a sus jefes. Un mes después, en setiembre de 1985, se reunió con el general Mori Orzo y éste lo mandó de regreso para hacer una "limpieza" y desaparecer a los testigos.
"Yo entré, eliminé y me retiré de Accomarca; esa fue mi misión", señaló el denominado ‘Carnicero de los Andes’.
Sobre el resto de víctimas, Hurtado dijo que tendría que responder el teniente Juan Rivera Rondón.
"Yo soy responsable de la muerte de 31 personas; tú debes haber matado al resto, tú quemaste sus casas. Los dos participamos en el operativo", le dijo Hurtado a Rivera Rondón.
Al general Mori le increpó: "Ya es tiempo, general Mori, de que acepte su responsabilidad de las cosas que sucedieron, los oficiales lo ordenaron y lo permitieron. Ud. tiene que amarrarse los pantalones porque en su unidad permitió procedimientos ilegales, las cosas se realizaban porque Ud. lo ordenó".
Hurtado insistió en que durante la guerra antisubversiva hubo ejecuciones extrajudiciales por indicación expresa, y con la participación, del Estado Mayor del Frente Militar de Huamanga. Reveló que en julio de 1985 el jefe de Estado Mayor Operativo de la II División de Infantería, Nelson Gonzales Feria, ordenó ejecutar a 15 detenidos en el campo de tiro del cuartel Los Cabitos.
También acusó al general José Cabrejos Samamé, autor del libro La verdad sobre Accomarca. "Él (Cabrejos Samamé) estaba parado detrás mío con los brazos cruzados, observando a las personas que estaban haciendo esas ejecuciones (en el cuartel Los Cabitos)", declaró Hurtado.
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