´Los delincuentes no le temen a la pena de muerte sino a que la ley se cumpla´, sostuvo el ex decano del CAL, Walter Gutiérrez. En tanto, congresista Sousa considera que sanción es disuasiva.
La instauración de la pena de muerte en el Perú no disminuirá los altos índices de criminalidad existentes, consideró el ex decano del Colegio de Abogados de Lima (CAL), Walter Gutiérrez, tras señalar que el Ejecutivo debe instaurar un plan de seguridad nacional, profesionalizar y modernizar las Fuerzas Policiales.
Luego de sostener que aplicación de la pena capital en el país "jurídicamente no es posible", el letrado detalló que en aquellas naciones que utilizan dicho mecanismo, existe más violencia.
"Es disuasivo que el Poder Judicial funcione y que existan políticas públicas de seguridad ciudadana. Que tengan un plan de implementación de seguridad ciudadano. Los delincuentes no le temen a la pena de muerte sino a que la ley se cumpla", agregó en RPP.
Por su parte, el legislador fujimorista Rolando Sousa aseguró que la pena de muerte "solucionará el aumento del índice de criminalidad".
Explicó que la sanción es disuasiva y constituye un elemento importante sobre crímenes gravísimos que se pueden evitar.
Recordó que "países adelantados" utilizan la pena de muerte, pues "muy poca gente cree que los delincuentes sean rehabilitados.
Luego de sostener que aplicación de la pena capital en el país "jurídicamente no es posible", el letrado detalló que en aquellas naciones que utilizan dicho mecanismo, existe más violencia.
"Es disuasivo que el Poder Judicial funcione y que existan políticas públicas de seguridad ciudadana. Que tengan un plan de implementación de seguridad ciudadano. Los delincuentes no le temen a la pena de muerte sino a que la ley se cumpla", agregó en RPP.
Por su parte, el legislador fujimorista Rolando Sousa aseguró que la pena de muerte "solucionará el aumento del índice de criminalidad".
Explicó que la sanción es disuasiva y constituye un elemento importante sobre crímenes gravísimos que se pueden evitar.
Recordó que "países adelantados" utilizan la pena de muerte, pues "muy poca gente cree que los delincuentes sean rehabilitados.
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