Manifestantes de extrema derecha acudieron ayer, jueves, al frontis del JNE para proferir ataques y amenazas de muerte contra el presidente Jorge Luis Salas Arenas.
Escucha el canal de podcast de Las cosas como son en RPP Player.
Un grupo de manifestantes de extrema derecha acudió ayer al frontis del Jurado Nacional de Elecciones para proferir ataques y amenazas de muerte contra el presidente Jorge Luis Salas Arenas.
Integrado por conocidas figuras que han acosado a funcionarios, periodistas y personalidades políticas desde hace dos años, esta vez los manifestantes transgredieron claramente una frontera esencial de la democracia: el respeto a la vida humana y el rechazo a la violencia. Si permitimos la violación de esos dos principios, damos un paso hacia la barbarie y abrimos la puerta a todos los excesos.
Hace cuatro décadas, nuestro país enfrentó con éxito una violencia de extrema izquierda que comenzó con amenazas y perros muertos colgados en postes de electricidad. No podemos retroceder en las lecciones aprendidas. Ninguna consideración política justifica la intimidación y la amenaza.
Ayer se ejercieron de viva voz, pero ya el presidente del Jurado Nacional de Elecciones había denunciado amenazas de muerte llegadas por escrito. El contexto político explica el encono particular dirigido contra Salas Arenas. Remonta a la tesis del fraude en las elecciones del 2021.
El fraude fue desestimado por la Misión de Observación de la OEA. Mas de un año después, la Comisión investigadora presidida por el congresista Jorge Montoya no halló pruebas del fraude. El miércoles, Salas Arenas afirmó que la “democracia se halla bajo riesgo”, en el Perú.
Y reprochó que algunos congresistas intenten cambiar el artículo 99 de la constitución para incluir a las autoridades electorales entre los funcionarios susceptibles de ser denunciados constitucionalmente. La Democracia nace cuando se adopta el régimen de separación de poderes.
Si los que quieren ganar elecciones pueden decidir quién debe ser la autoridad electoral, nos acercamos al camino seguido por Venezuela y Nicaragua, que los ha conducido a la dictadura y la cleptocracia.
Las cosas como son
Comparte esta noticia