En ese sentido, Premio Nóbel de Literatura 2010 consideró que la única dictadura integral que todavía queda en América Latina es la cubana, ´creo que está desfalleciendo´.
Los regímenes autoritarios y populistas en la región latinoamericana pierden terreno, y las izquierdas y derechas presentan una evolución favorable a la democracia y la alternancia en el poder, señaló hoy el premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa.
En ese sentido, señaló que constituye un fenómeno nuevo en América Latina, la aparición de una izquierda democrática que comienza a volverse más una social democracia, a diferencia del pasado que “no creía en la democracia” y creía en la revolución, el socialismo, en el colectivismo, el estatismo.
“También hay el fenómeno muy interesante de derechas democráticas, como las que hay hoy en Chile, hoy en día con (Sebastián) Piñera, o en Colombia, Perú, la derecha que respeta la legalidad, la crítica, la alternancia en el Poder, no es la derecha tradicional que recurría a los cuarteles cada vez que veían algún peligro para sus interesantes”, indicó.
Refirió que esas son las razones de su optimismo en la región, no obstante algunos países están “mal enrumbados” por la demagogia y el populismo.
“Mi impresión es que la mayoría de países de América Latina orientación es la buena y creo que hay que empujar por todos los medios para que esa orientación no se desvíe”, subrayó
En ese sentido opinó que en América Latina sin ninguna duda las dictaduras pierden terreno. La única dictadura integral que todavía queda en América Latina es la cubana, creo que está desfalleciendo y está llegando probablemente a las finales”, dijo.
En ese sentido, señaló que espera que la isla caribeña se convierta en un país con libertad, legalidad, y donde la transición a la democracia no resulte violenta.
Asimismo, señaló que el otro caso autoritario de semidictadura que existe en la región es el del régimen de Hugo Chávez en Venezuela, quien acaba de “sufrir un revés muy serio” en las últimas elecciones, y a pesar que tenía una ley electoral “arbitraria”, la mayoría de venezolanos han rechazado el régimen y votado por la libertad.
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