El jefe del Gabinete Ministerial calificó como un "fracaso" a la marcha convocada por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Amazónica.
El presidente del Consejo de Ministros de Perú, Javier Velásquez Quesquén, afirmó hoy que el poco seguimiento que tuvo la marcha nacional convocada el lunes por organizaciones indígenas muestra que los nativos quieren una nueva relación con el Estado.
Tras calificar la marcha convocada por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Amazónica (Aidesep) como "un fracaso", Velásquez Quesquén resaltó el compromiso de las comunidades con el Gobierno al no acatar una medida que consideró politizada.
"Ayer los dirigentes de Aidesep, tratando de interpretar indebidamente a las comunidades indígenas, quisieron promover un paro en Jaén, Bagua y Yurimaguas; y esa paralización ha sido un fracaso", afirmó el ministro a la agencia oficial Andina.
Las declaraciones de Velásquez Quesquén fueron dadas tras una reunión con la comisión del Congreso que investiga los enfrentamientos ocurridos en Bagua el pasado 5 de junio, que se saldaron con la muerte de 24 policías y diez civiles.
"Digo, con mucha relevancia, que las comunidades, tal como lo expresaron en su momento, quieren tener una nueva relación con el Gobierno y con el Estado. En ese sentido lo ocurrido ayer es un hecho que nosotros valoramos, porque allana el camino", acotó.
La marcha del lunes fue la primera acción nacional de los indígenas tras los enfrentamientos de Bagua y logró reunir en la localidad norteña de Jaén a unas 2.000 personas, según los organizadores, en la selvática Yurimaguas a una cifra similar y a unas 400 en Lima.
Algunos dirigentes indígenas señalaron que la baja participación se debió a las fuertes medidas de seguridad desplegadas por la policía, que en Bagua estableció un dispositivo con agentes de las fuerzas especiales, acto que fue calificado de "provocación".
Los indígenas marcharon en rechazo al informe oficial sobre lo ocurrido en Bagua y pidieron el retorno de su dirigente Alberto Pizango, quien se asiló en Nicaragua al abrirse un proceso en su contra por ser el presunto responsable de la violencia del 5 de junio. EFE
Tras calificar la marcha convocada por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Amazónica (Aidesep) como "un fracaso", Velásquez Quesquén resaltó el compromiso de las comunidades con el Gobierno al no acatar una medida que consideró politizada.
"Ayer los dirigentes de Aidesep, tratando de interpretar indebidamente a las comunidades indígenas, quisieron promover un paro en Jaén, Bagua y Yurimaguas; y esa paralización ha sido un fracaso", afirmó el ministro a la agencia oficial Andina.
Las declaraciones de Velásquez Quesquén fueron dadas tras una reunión con la comisión del Congreso que investiga los enfrentamientos ocurridos en Bagua el pasado 5 de junio, que se saldaron con la muerte de 24 policías y diez civiles.
"Digo, con mucha relevancia, que las comunidades, tal como lo expresaron en su momento, quieren tener una nueva relación con el Gobierno y con el Estado. En ese sentido lo ocurrido ayer es un hecho que nosotros valoramos, porque allana el camino", acotó.
La marcha del lunes fue la primera acción nacional de los indígenas tras los enfrentamientos de Bagua y logró reunir en la localidad norteña de Jaén a unas 2.000 personas, según los organizadores, en la selvática Yurimaguas a una cifra similar y a unas 400 en Lima.
Algunos dirigentes indígenas señalaron que la baja participación se debió a las fuertes medidas de seguridad desplegadas por la policía, que en Bagua estableció un dispositivo con agentes de las fuerzas especiales, acto que fue calificado de "provocación".
Los indígenas marcharon en rechazo al informe oficial sobre lo ocurrido en Bagua y pidieron el retorno de su dirigente Alberto Pizango, quien se asiló en Nicaragua al abrirse un proceso en su contra por ser el presunto responsable de la violencia del 5 de junio. EFE
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