El próximo Parlamento estará definido por la ausencia de mayoría legislativa y el reto de generar consensos en tiempos cortos. Tres especialistas nos ayudaron con la lectura de este eventual hemiciclo.
De acuerdo con el conteo rápido de América TV/Ipsos, el nuevo Congreso estaría conformado por diez bancadas. Las mayoritarias serían Acción Popular, con 24 curules; Alianza para el Progreso, con 18; Unión Por el Perú, con 17 curules; y Frepap, con 16.
Luego, les seguirían los partidos Fuerza Popular, con 12 curules; Frente Amplio, también con 12; Podemos Perú, con diez; y Partido Morado, con nueve. En bancadas más reducidas estarían Somos Perú, con siete curules, y Juntos por el Perú, con cinco.
-Hemiciclo atomizado-
Contrario a las elecciones pasadas, cuando Fuerza Popular llegó a formar una aplastante mayoría (en un inicio, de 73 congresistas), esta vez el resultado apunta a varias fuerzas dispersas en bancadas que no superan los 25 escaños. Ya en tiempos de campaña previos a estos últimos comicios, algunos de los partidos que tendrán relativo poder numérico habían anunciado sus posturas sobre el Gobierno.
La candidata acciopopulista Mónica Saavedra -quien postuló como primera de lista por Lima y que al 66% del conteo de ONPE es la que concentra más votos- dijo, por ejemplo, que su agrupación aplicaría un “obstruccionismo democrático”. Por su parte, Unión Por el Perú se opone públicamente a los lineamientos de la Constitución vigente, mientras que el Frepap advierte que no buscará alianzas ni acuerdos políticos. Fuerza Popular, aún con una reducida cantidad de parlamentarios, será un viejo conocido entre los grupos de oposición.
¿Cómo impactaría esta distribución de fuerzas políticas y qué tipo de relación se generaría con el Ejecutivo de Martín Vizcarra? RPP Noticias consultó con tres especialistas para conocer sus pronósticos.
-¿Una oposición fuerte o mesurada?-
Si solo entre estos partidos se estima una suma de 63 escaños, ¿podríamos hablar de un bloque fuerte de opositores? La politóloga y profesora de la Universidad del Pacífico, Paula Muñoz Chirinos, duda de ese escenario hipotético.
“En términos de si van a ser una piedra en el zapato o una obstrucción para el Ejecutivo, lo que esta elección ha mostrado es justamente cómo la ciudadanía ha castigado a los obstruccionistas del Congreso pasado; a los más evidentes y recalcitrantes, quiero decir.
No sé si sería una estrategia inteligente perpetuar una conducta así de cara a las elecciones del 2021 porque la ciudadanía ya ha castigado justamente esas posiciones en esta elección”, señala Muñoz.
El analista político Juan De la Puente sostiene que es improbable el surgimiento de una oposición muy marcada: “El primer cuadro que muestra el Congreso es el de un bloque de centro. Hay sectores que se enfrentaron a la anterior mayoría parlamentaria y que estuvieron de acuerdo con la disolución del Congreso. Creo que, por lo tanto, en ningún caso van a llevar a cabo una oposición dura. Podrían tener oposición, pero no en los términos que hemos conocido con el Congreso anterior. Este es un Congreso post-disolución y, entonces, no me planteo la posibilidad de que en su seno surja una mayoría enconada o muy antagónica al Gobierno".
-Un Congreso que podría sentirse más vigilado-
La especialista en Políticas Públicas de Inclusión Social y columnista de RPP, Mariela Noles Cotito, expresó para este artículo que los resultados estimados de estas elecciones van dejando claro que la ciudadanía no desea un Congreso sumergido en sus diferencias internas o enfocado en el enfrentamiento con el Ejecutivo.
“Creo que ya estamos en una etapa de reafirmar que un Poder Legislativo no puede legislar de espaldas a la ciudadanía. Y eso se condice con el rechazo o la disminución de apoyo a las agrupaciones políticas que componían el Congreso disuelto. Yo considero que esta respuesta de los electores puede generarle al nuevo Congreso una advertencia de mayor fiscalización ciudadana”, indicó Noles Cotito.
-El reto de unirse en consenso-
Para Paula Muñoz, este Congreso estará marcado, además, por la fragmentación (porque son todas bancadas sin mayoría) y por una tendencia a la sub-fragmentación (porque la composición interna de sus bancadas no necesariamente sería sólida).
“Hay organizaciones que no necesariamente van a ser disciplinadas de manera interna. Acción Popular, por ejemplo, está públicamente fraccionado. Hay otros también que son la suma de independientes o que quizá ni se conocen entre sí, pero que van a integrar un grupo por el apoyo que consiguieron en diferentes regiones”, sostuvo para este artículo.
La especialista explica que va a ser determinante el trabajo interno que logren las bancadas para definir liderazgos y acuerdos de agenda propia.
Por su parte, Juan De la Puente, indica que el nuevo Congreso tenderá a generar consensos. “Estamos en la tendencia de una especie de escenario para construir un consenso. Y no me cabe duda que ninguna fuerza política voluntariamente va a marginarse de ese consenso. Más bien, diría que algunos partidos van a coincidir en su rechazo, sobre todo, a Fuerza Popular y no integrarlo a una mayoría parlamentaria. Entonces, veo más bien una dinámica más cercana a un acuerdo que aun desacuerdo”, dijo.
El Congreso electo este domingo tan solo funcionará hasta julio de 2021 para completar el periodo del anterior Congreso disuelto en setiembre de 2019.
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