La congresista dejó el puesto tras la polémica desatada por comentarios en los que justificaba el feminicidio. Fuerza Popular le había pedido que dé "un paso al costado".
"Me voy con la frente alta". Maritza García, congresista de Fuerza Popular, dejó la presidencia de la Comisión de la Mujer tras la polémica destada por comentarios en los que justificada el feminicidio. Su propia bancada le había pedido que "dé un paso al costado" en una reunión realizada el día anterior y según su vocera Milagros Salazar, sus miembros iban a votar a favor de que sea removida del puesto.
La sesión de la Comisión de la Mujer en la que García renunció comenzó alrededor de las 11:00 a.m. Congresitas como Indira Huilca (Nuevo Perú), la anterior presidenta, y Gloria Montenegro (Alianza para el Progreso) la criticaron por sus declaraciones y por no haber renunciado previamente. Alrededor de las 11:50, tras dar sus descargos ante sus colegas, reconoció que cometió un error y anunció que dejaba el puesto.
La polémica. El pasado lunes 9 de agosto, solo horas después del caso de tentativa de feminicidio a Micaela de Osma, se difundió el video de una sesión de la Comisión de la Mujer en la que García, citando a un "gran maestro y psicólogo", decía que algunos casos eran las mujeres provocaban la violencia de su pareja. Las declaraciones generaron repudio en redes sociales, medios y sus colegas, incluso los de su partido, que pidieron que deje el puesto.
García intentó aclarar lo que quiso decir en varias ocasiones y aseguró que estaba del lado de las mujeres, pero los pedidos para que renuncie se multiplicaron. También se reveló que el psicólogo al que citó, Ivan Molina, había sido denunciado por tocamientos a menores. Ella dijo no conocer la acusación y se negó a renunciar. Este martes, en la reunión de la bancada, según contó en RPP Noticias Salazar, le pidieron que dé "un paso al costado".
"Acto de valentía". A su salida de la sesión de la comisión, García dijo que "en el fondo de mi corazón, siempre estuve del lado de las mujeres. Por eso es que lo tomo como un malentendido". "Si la mujer peruana, a la que quiero y sigo día a día, merece disculpas por mis malas expresiones, porque no supe dar a entender lo que yo quería, porque yo nunca quise decir aquello, ok, [renunciar] es un acto de valentía. Es un error político que estoy pagando".
Consultada sobre si sus declaraciones habían sido también un error de concepto, respondió que "podía ser". También intentó explicar lo que, según ella, quiso decir. "Si quiero evitar un acto de agresión, no puedo, en un contexto familiar donde me están maltratando, echarle más leña al fuego. No puedo hacerlo, tengo que retirarme, constituirme a una comisaría y poner una denuncia. Es lo más saludable. Las mujeres somos, por naturaleza, más débiles que los hombres".
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