José María 'Chema' Salcedo te cuenta qué se hacía antes para que la gente asista a los mítines que realizaban los partidos políticos en un proceso electoral.
Puede haber sido el comienzo de muchas revoluciones, pero hoy es más conocido por su carácter proselitista: el mitin, que proviene de la palabra inglesa meeting (junta, reunión, encuentro). El mitin en infaltable en cualquier campaña electoral y suele demostrar la fuerza y el poder de convocatoria de cada candidato.
Actualmente la Ley electoral prohíbe la entrega de regalos o dádivas a los electores, pero cuando no existía esa prohibición, sabes qué se repartía a los que asistían a los primeros mítines.
¿Qué se repartía en los primero mítines?
“Se les agasajaba dándoles pisco y butifarra. Hoy en día a los seguidores se les invita gaseosa y sándwich triples”, explica Miguel Seminario, director del Museo Electoral.
Si las elecciones, como dicen algunos, constituyen una fiesta electoral, entonces el mitin del cierre de campaña es como el ‘gran tono de los tonos’ en el que el candidato frente a las masas sueña con un triunfo seguro. ¡Así de claro!
Comparte esta noticia