Mientras que en Corea se alcanzan 100 megas por segundo de velocidad en Internet, en el Perú apenas se pasa el 1.4.
Según los datos del Instituto de Estudios Peruanos, somos el segundo país de américa del sur que prefiere tomar la justicia a cuenta propia, eso es un reflejo claro de la sensación de ineficiencia que existe en el Perú.
La baja confianza que tienen las instituciones del estado en sectores como justicia, seguridad, o la clase política; indica que sólo 3 de cada 10 personas aún confían en alguna institución pública. Hecho que convierte al Perú en el país con mayor desconfianza en sus instituciones a nivel de Sudamérica.
Es así que, en diciembre del 2012, el plan de gobierno electrónico se convirtió en una gran oportunidad para resolver este problema; sin embargo, los años transcurrieron y, pese a que en el 2017 se debe modernizar y descentralizar el estado, aún estamos lejos.
La falta de inversión para infraestructura y la brecha digital es también un grave problema, pues, mientras que en Corea el promedio de velocidad de internet alcanza los 100 megas por segundo, en el Perú apenas pasa el 1.4 megas por segundo.
Además, en la actualidad existe un déficit de recursos humanos, puesto que, para desarrollar las tecnologías de comunicación se necesitan 6 mil profesionales, un problema donde el Perú, quizás, no está preparado.
El reto del estado es resolver todos estos problemas (la corrupción, bajo nivel de enseñanza, criminalidad, y la calidad de la salud) antes del año 2021. Un objetivo que solo se alcanzará con una visión integral de las normas, organizaciones dispuestas a invertir y personas competentes para servir, de lo contrario, el Perú acarrearía 10 años de retraso frente a un mundo que sigue avanzando a gran velocidad.
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