Desde las 8 de la mañana, los peruanos acudirán a las urnas para elegir a 130 congresista que completarán el periodo parlamentario 2016-2021.
Los peruanos están convocados este domingo en unas elecciones extraordinarias para zanjar su crisis política con la renovación del Congreso, disuelto hace cuatro meses por el presidente Martín Vizcarra.
En total 24 millones 799,384 de ciudadanos, de los cuales 23 millones 825,154 se encuentran en territorio nacional y 974,230 residen en el extranjero, elegirán a 130 congresistas que completarán el periodo legislativo 2016-2021.
Más de la mitad de los electores acude a su cita con las urnas sin tener claro su voto, según determinaron las últimas encuestas, producto del desencanto general con la clase política que llevó a más del 80 % de los peruanos a avalar la decisión constitucional de Vizcarra de prescindir del Congreso.
Sumado a la fuerte abstención y los votos nulos, que pueden rondar entre el 30 y 35 %, el pronóstico de estas elecciones resulta muy incierto y reservado para un Congreso que tendrá la misión de estabilizar el país, normalizar las relaciones con el Ejecutivo y encauzar los deseos de la población para combatir la corrupción.
A priori los comicios pueden dar como resultado un hemiciclo con mayoría de centroderecha deslindado del fujimorismo, lo que sería el escenario ideal para Vizcarra de cara a su último año y medio de mandato.
Oficialismo sin candidatos
El hecho de que el oficialismo no presente candidatos en estos comicios hace que el mandatario aguarde una composición del hemiciclo que concuerde con su ideario y esté comprometida con las reformas anticorrupción sin las reticencias constantes que le presentaba el fujimorismo. Lo contrario alargará más la crisis.
Bajo ese perfil puede incrementar su presencia en el parlamento Acción Popular, el partido del expresidente Fernando Belaunde Terry, que hasta ahora solo tenía cinco congresistas; y puede irrumpir en el hemiciclo el Partido Morado, fundado por el excandidato presidencial Julio Guzmán.
Posible castigo al fujimorismo
Puede darse un voto de castigo al partido fujimorista Fuerza Popular, el más votado en 2016, pero cuyo capital social dilapidó al frenar las medidas anticorrupción del Gobierno y revelarse donaciones irregulares de grandes empresas que llevaron a su líder Keiko Fujimori a prisión preventiva por presunto lavado de dinero.
En cualquier caso, la formación inspirada en el expresidente Alberto Fujimori no corre riesgo de desaparecer del Congreso e incluso el prorrateo de los votos blancos y nulos pueden darle mayor representatividad, como en 2016, cuando obtuvo el 39 % de los votos pero acaparó el 56 % del hemiciclo, con 73 de sus 130 escaños.
En la cuerda floja sí está el Partido Aprista Peruano, del expresidente Alan García, que en el último Congreso fue el principal aliado del fujimorismo, y puede quedarse sin representación si no supera el 5 % de los votos. En 2016 pasó esa valla por los pelos.
EFE
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