La realidad de nuestro país es que nos encontramos ante un incremento de la población de adultos mayores, según datos del INEI, en el año 2010 los adultos mayores de 65 era 1,469,639 personas (5.87% de la población peruana) y para el 2020 era de 2,931,085 (8.98% de la población peruana). En 1995 se tenía una esperanza de vida de vida al nacer es de 68.3 años y actualmente es de 74.65 años. Las estimaciones hacia el 2050 es que la esperanza de vida al nacer sea de 79 años y que la mortalidad infantil se reduzca a 10 muertes por mil nacimientos. Esa es la magnitud de las necesidades de jubilación y pensiones de una población creciente de adultos mayores en nuestro país. Cabe señalar, que hay una baja cobertura previsional, los sectores desprotegidos son el 68% de la Población Económicamente Activa (PEA). Esto expresa no solo una creciente demanda previsional, sino también, definir los recursos con que se pueden atender estos.
Estos sistemas de pensiones, ponen a los jóvenes trabajadores ante un dilema en que, a una edad temprana, tienen que elegir entre cualquiera de los dos sistemas de pensiones. Cabe una pregunta ¿Ellos tienen una claridad de la decisión que tiene que tomar? Estas decisiones muchas veces no se conocen al inicio del sistema elegido, sino al final y con los resultados concretos. No hay procesos que contribuyan a una adopción y/o evaluación transparentes y correctos sobre el sistema a elegir.
Son décadas de años en los que se viene buscando una respuesta para entregar jubilaciones dignas a los adultos mayores, y que a la vez estos sean sostenibles para el largo plazo. Hecho que debemos responder para el presente periodo. Cualquiera sea el sistema, estos deben permitir mantener una vida digna, y no condenar a los adultos mayores a seguir trabajando, vivir en la pobreza y el abandono. No cabe duda que los diferentes sistemas han sido imperfectos y que su asociación al financiamiento siempre ha sido un tema de discusión permanente.
-Se debe realizar una reforma del sistema de pensiones en nuestro país, el cual en su diseño debe considerar, que es un mecanismo de protección social para proveer ingresos a toda persona que pierda su capacidad para ello (Pensión de jubilación y Pensión de invalidez) o fallecimiento de una de las fuentes principales de ingresos de una familia (Pensión de sobrevivencia).
-Esta reforma integral debe de considerar un sistema universal de pensiones, que de manera gradual se vaya constituyendo considerando los programas sociales (por ejemplo, Pensión 65), las pensiones sociales, pensiones autofinanciadas y el desarrollo de mecanismos para incremental el ahorro previsional.
-El sistema universal de pensiones debe incluir a todas las personas adultas mayores (edad de jubilación), para tal finalidad se debe desarrollar un sistema de tributaciones y un sistema de ahorros voluntarios subsidiados por el Estado, para complementar el monto de las pensiones, financiado con aportes del empleador y los trabajadores. El sistema de pensiones se debe de recibir por una única vez una suma globaluna vez que se alcanza la edad de jubilación a los 65 años, puede existir la posibilidad de retirar anticipadamente el dinero de los ahorros voluntarios por necesidades importantes (vivienda, deudas y/o enfermedades).
El nuevo sistema de pensiones debe de responder a los actuales estándares de vida, priorizando una atención de calidad a los peruanos de la tercera edad. Asimismo hay personas que han cumplido con sus aportes al sistema nacional de pensiones por más de 25 años y no pueden tener acceso a una pensión justa, al no cumplir con los requisitos de edad exigidos en el actual sistema. Y el Partido Político Renacimiento Unido Nacional garantizara que todos los peruanos obtengan pensión justa a una edad que le permita gozar de dicha pensión.
Comparte esta noticia