El primer ministro Anibal Torres tildó de "miserable" al Cardenal Pedro Barreto en una entrevista, pero luego aseguró que nunca quiso ofenderlo con sus palabras.
El presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, generó la indignación de la Conferencia Episcopal luego de que insultara al cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo, al llamarlo “miserable”.
Las declaraciones del jefe del Gabinete Ministerial se centraron en criticar al cardenal, a quien acusó de que “jamás se pronuncia a favor de las grandes mayorías” y no le da crédito a la labor que hace el Ejecutivo por el país.
“Ahí tenemos un cura (…), el cura Valverde, perdón, me equivoqué, el cura que es autoridad en Huancayo, del que en este momento me olvidé su nombre. Tan miserable puede ser esta persona", indicó en declaraciones al programa 'La universidad al aire'.
"Yo he conversado con él en días anteriores y él cree que uno es tonto, que no se da cuenta. Claro, lo que está es a favor de ese grupo de poder en el Perú. Jamás se pronuncia a favor de las grandes mayorías, no menciona lo que estamos haciendo”, señaló Aníbal Torres, refiriéndose a Pedro Barreto.
Por otro lado, cuestionó la posible realización de una sesión del Acuerdo Nacional por considerar que esta institución no resolverá la crisis política.
“El Acuerdo Nacional no va a resolver nada ¿Qué ha dicho, qué ha hecho el Congreso, qué ha hecho la ultraderecha para cumplir ese acuerdo del Acuerdo Nacional? Absolutamente nada ¿Qué ha hecho el señor Fernández, que es secretario del AN”, enfatizó.
Conferencia Episcopal responde por insultos a cardenal Barreto
Al respecto, la Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana mostró su rechazo ante las palabras del jefe del Gabinete Ministerial y apeló al respeto a la dignidad.
A través de un comunicado, la institución mencionó que, si bien toda persona tiene derecho a expresarse, no se puede utilizar esta libertad en contra de una persona.
Respuesta a comunicado
Tras este comunicado, Aníbal Torres aclaró sus expresiones señalando que nunca lo hizo con el afán de ofender.
"Es un dicho popular, en cualquier lugar se utiliza cuando no se acuerda el nombre de la persona. No ha sido con el propósito de ofender", expresó.
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