La ministra de Educación hizo una autocrítica a su gestión tras la huelga nacional de maestros. Este viernes se presenta ante el Congreso para responder a un pliego interpelatorio.
“No hemos sabido llegar bien al docente con la evaluación de desempeño, a pesar de que ha sido un consenso entre el Ministerio de Educación y el docente”. La titular de Educación, Marilú Martens, hizo esta autocrítica a solo horas de su interpelación ante el Congreso tras la huelga del gremio de maestros. Precisamente, la movilización de profesores se sostenía en contra del despido para quienes desaprobaban las evaluaciones, condición que la cartera de Martens se negaba a modificar.
En la entrevista publicada este viernes por el diario El Comercio, la funcionaria reconoció, además, que no pudo hacerle frente al paro nacional con un servicio escolar complementario para los estudiantes que perdieron 34 días de clases. También admitió una falta de comunicación con el magisterio en las regiones.
División en el gremio. Martens explicó que la huelga iniciada en julio y levantada el pasado 4 de setiembre se caracterizó por el fraccionamiento de las organizaciones sindicales. “Lo atípico de esta huelga ha sido un gremio fraccionado que no reconoce al gremio nacional. (…) Hemos vivido tres huelgas: la del Cusco, un paro nacional del Sutep y otra huelga convocada por los SUTE regionales”.
Edgar Tello, dirigente del Sutep Lima, anunció un nuevo paro para este viernes para protestar en contra de los descuentos a los profesores que no trabajaron durante la huelga. Para la ministra, la convocatoria tiene un fin político y vulnera el derecho de los alumnos. “No tiene ningún sentido este paro anunciado por este dirigente. Además, él sabe que, por ley, el profesor o cualquier persona que no trabaja no es remunerada”.
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