"¿Quién sufre la amargura hoy de cargar la cruz que nosotros le ponemos?", dijo el ministro de Cultura, quien pidió más tolerancia.
Durante una ceremonia eclesiástica, Javier del Río, arzobispo de Arequipa pidió al ministro de Cultura Salvador del Solar que la 'ideología de género' sea erradicada del Currículo Nacional Escolar 2017.
Según un vídeo que difundió el diario Correo, en su discurso, la autoridad religiosa solicitó expresamente que se incluya como una prohibición esta supuesta ideología. "Quería pedirle, señor ministro, que transmita esta confusión que se creó (...) bastaría con una disposición final que diga 'queda prohibido en todos los colegios introducir la ideología de género'".
El titular de la cartera de Cultura respondió con un pasaje bíblico:
"Somos nosotros los que lo juzgamos y le hacemos cargar una cruz y él, con un amor en el que no encuentro límites, se sacrifica por nuestros pecados. Les pido con todo respeto y humildad que nos preguntemos ¿a qué personas les ponemos la cruz en nuestra sociedad? ¿A quiénes juzgamos como malos, como equivocados? Cuando Jesús dijo 'amaos los unos a los otros' no quiso decir que no se amen los unos a los unos, es decir a los idénticos , sino a tener un amor sin límites como el del señor de la Amargura que cargó una cruz que nosotros le pusimos", explicó.
Cambio de pensamiento. Pidió no "ponerle la cruz" a las personas que ven y sienten las cosas de una manera diferente y que no se les juzgue por sus maneras de ser. "Vale la pena que pensemos si quizás somos injustos en juzgar como equivocados a personas peruanas como nosotros y seguramente tan católicos como nosotros a los que hoy les ponemos esa cruz. ¿Quién sufre la amargura hoy de cargar la cruz que nosotros le ponemos?".
Frente a frente en un estrado, el religioso le hizo el pedido y se disculpó por aprovechar la ocasión para abordar este tema frente a un número importante de feligreses por los 90 años del Señor de la Amargura. Del Solar no quiso irse sin responder. El mensaje final giró en torno a un amor sin límites y sin excepciones, como el que predicó Jesús hace más de 2,000 años.
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