Esta es la crónica de un indulto anunciado. El expresidente cumplió solo 10 de los 25 años a los que fue sentenciado.
Libre. Alberto Fujimori ha salido libre sin cumplir su condena. Este domingo, el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, firmó el indulto humanitario para el exmandatario y podrá dejar la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (DIROES) luego de 10 años.
El Gobierno ha basado la decisión en la cada vez más deteriorada salud de Fujimori, quien recibió la noticia internado en la Clínica Centenerario. Desde 1997 se viene tratando una lesión en la lengua, que en los últimos años lo ha obligado a internarse varias veces. Además, debido al encierro y al estrés, sufre de hipertensión, depresión, taquicardias y gastritis severa, según sus médicos.
Tira y afloja
Desde que PPK ganó las elecciones en 2016, la familia del líder histórico del fujimorismo ha solicitado el indulto para que pueda pasar sus últimos días en casa. En campaña, el presidente dijo que no firmaría ningún indulto, pero una vez en el cargo comentó que lo estaba evaluando. Sin embargo, muchos críticos han asegurado que el objetivo de Fujimori fue apelar a su salud para recuperar la libertad y volver al escenario político para impulsar la candidatura de su hija Keiko, quien ha perdido las últimas dos elecciones presidenciales.
Otros han dicho que esto favorecerá a su hijo Kenji, congresista de la República por Fuerza Popular, quien ha acusado recientemente a la mayoría de miembros de su bancada de no haber hecho nada para obtener la libertad de su padre, líder histórico del partido.
La página más reciente de esta historia se escribió en la votación de la moción de vacancia presidencial contra PPK. Fuerza Popular no alcanzó los votos necesarios porque Kenji Fujimori y otros nueve parlamentarios se abstuvieron. Según Héctor Becerril, el menor de los Fujimori negoció el indulto de su padre con el Gobierno a cambio de abstenerse.
El juicio del siglo
En abril de 2009, la Sala Penal Especial de la Corte Suprema condenó a Fujimori a 25 años de prisión tras determinar que fue autor mediato de homicidio calificado con alevosía, lesiones graves y secuestro agravado cometido por el Grupo Colina en Barrios Altos (1991) y en La Cantuta (1992), y por los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer durante el autogolpe de abril de 1992. "Este tribunal declara que los cuatro cargos se encuentran probados más allá de toda duda razonable, y la sentencia es condenatoria", indicó el juez César San Martín.
Atrás quedó el histriónico “Soy inocente” de la primera declaración que hizo el expresidente durante el proceso. También fue sentenciado por suplantar a un fiscal para allanar ilegalmente la casa de Trinidad Becerra (esposa de Vladimiro Montesinos); por pagarle 15 millones de dólares a su ex asesor y por espionaje telefónico; por comprar la línea de medios de comunicación y compra de congresistas. Todas fueron condenas menores a 8 años que ya se cumplieron.
Luces y sombras de su gestión
Fujimori fue elegido presidente del Perú en 1990 y luego de dos reelecciones gobernó hasta que renunció a su cargo en 2000 mediante un fax enviado desde Japón, donde hizo escala después de una cumbre de APEC en Brunei. El ex presidente es recordado por haber controlado la hiperinflación heredada del Gobierno aprista y por convertir al Perú en un ejemplo para la comunidad financiera internacional.
Durante su administración fue detenido Abimael Guzmán, cabecilla de Sendero Luminoso, lo que significó el inicio del fin del grupo terrorista, el más sanguinario de la historia del país y uno de los más salvajes del mundo.
Sin embargo, su gestión también es reconocida como una de las más corruptas de la historia republicana y se le acusa de instaurar un régimen autoritario. Su exasesor Vladimiro Montesinos gastó cientos de millones de dólares en sobornar a empresarios, militares y políticos a cambio de su apoyo. Cada uno de estos encuentros fue grabado en cintas que, tras hacerse públicas, fueron bautizadas como ‘vladivideos’.
Dinero oscuro
Según un Informe del Global de Corrupción de Transparencia Internacional (TI) publicado en 2011, Fujimori es el sexto exgobernante más corrupto de la historia y se le atribuye haberse apropiado de 600 millones de dólares. El ex fiscal Avelino Guillén dice que el expresidente y los funcionarios de su Gobierno se robaron en conjunto 6 mil millones de dólares de las arcas del Estado.
Todas estas acusaciones han sido negadas por la familia Fujimori, que asegura que él no tenía conocimiento del manejo oscuro de Montesinos ni de la corrupción a su alrededor. “Soy inocente" gritó Fujimori durante el juicio en su contra. Meses después, el Poder Judicial determinó que era culpable. Pero un indulto humanitario le permitirá salir de prisión antes de tiempo.
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