La Comisión Interamericana de Derechos Humanos sostiene que Jorge Luis Salas Arenas viene siendo objeto de “campañas de acoso, estigmatización y cuestionamientos por parte de sectores políticos y sociales”.
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Las medidas de protección al presidente del Jurado Nacional de Elecciones solicitadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos constituyen una mala señal sobre la imagen de nuestro país en el extranjero. La Comisión ha solicitado a la Corte Interamericana que ofrezca garantías a la integridad y a la vida del también Juez Supremo y su núcleo familiar.
La Comisión sostiene que Jorge Luis Salas Arenas viene siendo objeto de “campañas de acoso, estigmatización y cuestionamientos por parte de sectores políticos y sociales”. Basta recordar las amenazas de muerte formuladas por manifestantes de 'La Resistencia' delante de las oficinas del JNE para entender que un observador internacional considere necesario pronunciarse antes de hallarnos ante hechos irreparables.
Por cierto que desde hace muchos años hay voces en el Perú que se elevan para preconizar nuestro retiro de la competencia jurisdiccional de la Corte Interamericana. En ese caso el Perú se alinearía con países gobernados por autocracias como Venezuela y Nicaragua. Ese populismo nacionalista es el mismo que lleva a desconocer el laudo de un tribunal arbitral, a cuya competencia nos hemos sometido libremente en el marco de un contrato de un ente estatal con una empresa privada que invierte sobre la base del respeto a la seguridad jurídica.
También podemos mencionar las medidas adoptadas por la Justicia brasileña para sancionar un acto racista cometido por el preparador físico de uno de los equipos más populares del Perú, la ‘U’.
Nos sorprende y nos cuesta aceptar lo que deberíamos reconocer como una práctica internacional de rechazo a la incitación al odio racial. En vez de quejarnos de las críticas formuladas en el extranjero deberíamos asegurarnos de no incurrir en prácticas repudiadas por la comunidad internacional. Y en caso de que se cometan, garantizar que no haya impunidad. Los derechos humanos, el respeto a los contratos y el juego limpio deportivo no son valores limitados por nuestras fronteras.
Las cosas como son
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