Las recientes declaraciones del presidente Donald Trump sobre el destino de la red social TikTok abre un peligroso abanico de opciones contra entornos digitales que generen desconfianza al gobierno de Estados Unidos, tal como ocurrió con Huawei y ZTE.
El viernes 31, casi cerrando el día, el presidente Donald Trump anunció que prohibirá a TikTok en Estados Unidos, en una jugada que remarca el tenso momento en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China, además de una demostración de poder que empuja a otros países a determinar acciones similares.
La gran duda en el mundo radica en saber si, realmente, las acusaciones interminables del Gobierno de los Estados Unidos contra empresas chinas tienen asidero. En el último par de años, acciones directas contra empresas de renombre a nivel global han provocado un terremoto en el sector tecnológico, al punto de frenar la innovación y provocar drásticos cambios en la estrategia de miles de compañías dedicadas a la manufactura y el desarrollo. El episodio más reciente en este conflicto parece recién escribir sus primeras hojas, con TikTok amenazada por varios países, y un empuje extraño desde diferentes rincones. Trump, Beijing, Bytedance, Facebook, boicots y un nuevo juego de intereses.
Con Huawei, la administración Trump midió el alcance de sus acciones. Hoy, la empresa de telecomunicaciones permanece bloqueada en Inglaterra y está siendo observada por Portugal, Japón, Australia y Brasil. Con Tiktok, la historia puede ser distinta por el alcance de la red social en el mundo, sobre todo en usuarios más jóvenes.
La vieja relación tóxica entre Trump y China
A raíz del bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos a Huawei y otras empresas chinas, hemos podido entender los parámetros con los que la administración Trump decide imponer condiciones. Este conflicto tiene varias claves interesantes, y puedes repasarlas aquí.
Sin embargo, lo interesante no son solo las relaciones políticas, sino el sentir de la gente en el propio país. Para Rosa Jimenez Cano, una de las periodistas de tecnología más importantes de la región, el asunto no tiene una única versión en Estados Unidos: “No hay una sola visión en Estados Unidos, es un país muy diverso. Si en mi entorno hay preocupación, hay otros lados en donde están felices porque esto suceda”, mencionó en el reciente episodio del podcast METADATA.
Silicon Valley y el sueño de conquistar Asia
Al sur de San Francisco, desde Menlo Park hasta San José, se extiende Silicon Valley. Al sur de San Francisco, desde Menlo Park hasta San José, se extiende Silicon Valley: la zona que reúne a lo más selecto de las empresas tecnológicas y el epicentro de toda la actividad económica asociada a tecnología.
Por años, el valle ha mantenido estrecha relación con China, Japón, India y otros países del bloque asiático, debido al enorme intercambio de patentes, el desarrollo de componentes a medida y el paso obligado de la manufactura entre ambas costas del Pacífico Norte.
“En Silicon Valley, China se ve como una relación de dependencia”, destaca Jiménez. “Que Tim Cook sea el CEO de Apple no es casualidad, él era jefe de operaciones y negociaba con empresas de chips y ha crecido a la sombra de China. Es como ‘El Dorado’, el deseo de Silicon Valley por conquistar ese mercado”.
Pese a esa relación, muchas empresas estadounidenses no tienen acceso libre al mercado chino debido a un bloqueo desde Beijing contra empresas que eran el puente de contacto entre los ciudadanos de Hong Kong y el resto del mundo. Facebook, Google, Twitter y otras han intentado, por años, responder a las demandas del gobierno chino sin entorpecer su propia actividad.
Esta decisión china es conocida como “The Great Firewall”, una analogía que encaja con la milenaria Muralla China que existe en ese país, y que protege a sus habitantes ante cualquier amenaza.
En ese contexto, y tras el rápido aprendizaje en hardware, la comunidad tecnológica china comenzó a desarrollar sus propias herramientas. LINE, WeChat, Weibo, AliExpress y otros grandes nombres comenzaron a ganar terreno en Asia y otros lugares. En esa escuela creció TikTok.
TikTok, inseguridades y el boicot en Tulsa
Si bien puede sonar escandaloso, varias dudas surgieron cuando TikTok comenzó a ganar mercado. Las primeras alertas provinieron de Inglaterra y las irregulares condiciones de la plataforma de Bytedance para alojar información privada de usuarios y permitir, sin filtros, el ingreso de usuarios menores a la edad permitida.
En Estados Unidos, el tema ha estado enfocado siempre en la seguridad nacional. Ya desde hace un tiempo pesa una prohibición sobre las fuerzas armadas de ese país para instalar TikTok en sus smartphones, bajo el eterno pretexto del espionaje desde el gigante asiático.
Otro detalle que ha alimentado la reacción desde Washington ha sido el boicot contra Trump en Tulsa, provocado desde una enorme base de usuario de TikTok y que generó tribunas vacías en el mitin de campaña del presidente. Esa jugarreta no parece haber sido olvidada.
India y Facebook, una alianza oportuna
Pese al buen momento que vive TikTok entre los usuarios, la plataforma pasa por un tema complicado en India, país que vetó a un grupo de apps de confección china como parte de un boicot que persigue el mismo propósito estadounidense: defenderse de un posible acceso chino a la red india mediante estas apps.
Tras el bloqueo, Instagram decidió lanzar su producto “Reels” en ese país, una herramienta dentro de la popular aplicación que añade funciones muy similares a las de TikTok: reacciones en video, duetos y acceso a bancadas de audio. No solo se ha firmado un acuerdo con disqueras indias para el uso del catálogo en la aplicación, sino que Facebook actualmente posee el 9,9% de acciones de Jio, una de las empresas más importantes en las telecomunicaciones del subcontinente indio.
Este acuerdo, citado por Jiménez durante la conversación, es una bisagra interesante para el papel de Facebook en todo esto: “Facebook ya ensayaba en India con el avión ligero que repartía internet, pero nunca pudieron hacer su ´telco´. Esto ya te está indicando mucho el interés que hay en ese país, además del evidente reinado de WhatsApp en India. Que ya tengan WhatsApp, su propio sistema de pago y su ‘telco’, significa que Facebook podría estar perdiendo el interés en China por todo el marco legal y que India sea la gran prioridad”.
No parece haber relación aparente, pero ha sido muy oportuno el boicot contra apps chinas cuando Facebook ya tenía un arreglo con operadoras indias y comienza a abandonar China como propósito. WhatsApp mantiene la hegemonía en ese país, mientras que la salida de la app de Bytedance podría darle margen de ganancia a Instagram, junto al empuje brindado por Jio y el reciente acuerdo con disqueras. Es solo una interpretación, pero me parece válida mantenerla en la mesa, sobre todo porque las reacciones de Facebook contra Trump han sido, cuanto menos, tibias y casi intrascendentes.
Entonces ¿se puede vetar a TikTok de Estados Unidos?
Volviendo a las recientes declaraciones de Mike Pompeo, Secretario de Estado norteamericano, la figura del bloqueo de TikTok sería casi como pagar el vuelto al muro chino que prohíbe el funcionamiento de las apps occidentales, en donde se le cortaría el acceso nacional a TikTok desde las operadoras.
Para la actual administración, esta amenaza debe tratarse de la misma manera que a Huawei y ZTE, y ese es un tremendo error. A diferencia de acuerdos firmados entre compañías tecnológicas y los gobiernos, TikTok es una app que llega a la gente. Sin embargo, la estrategia comunicativa es clara desde la oficina de Trump: “las empresas chinas son un riesgo enorme para la seguridad nacional”.
El organismo central en el que recae la responsabilidad de encontrar amenazas latentes es el Comité de Inversión Extranjera en los Estados Unidos (CFIUS por sus siglas en inglés). Esta entidad ya ha tenido serias decisiones contra empresas chinas que se mueven en el terreno del software: Grindr, por ejemplo, fue observada porque pertenecía a Beijing Kunlun Tech, una empresa china que decidió adquirir todos los activos de la red social en 2018.
En 2019, CFIUS le echó el ojo a TikTok tras la adquisición de Musical.ly por parte de Bytedance. De acuerdo con un reporte de Reuters, la entidad buscaba descartar riesgos de invasión a la privacidad. "Con más de 110 millones de descargas solo en Estados Unidos, TikTok es una amenaza potencial de contrainteligencia que no podemos ignorar", escribieron los senadores Chuck Schumer y Tom Cotton a Joseph Macguire, director interino de inteligencia nacional durante ese proceso de investigación.
Como vemos, dudas hay. Sin embargo, la gran incógnita sigue siendo la posición de los usuarios estadounidenses en este asunto. Si se decreta un bloqueo, Google y Apple deberían estar obligadas a retirar la aplicación de los mercados digitales. En Android, sin embargo, el trabajo de vetar una APK es más difícil, y eso podría generar otros problemas.
Además, el precedente generado por esta acción podría provocar una enorme preocupación en la comunidad tecnológica mundial, entendiendo el tenso momento que las redes sociales más importantes del mundo – salvo Facebook – deben soportar desde Washington. Twitter, Snapchat y otros entornos digitales estarían más vulnerables ante el gobierno de Estados Unidos.
Sospechas, hay. Evidencias, ninguna. Incluso los reportes de transparencia de TikTok muestran el nivel de colaboración de la plataforma con diversas entidades gubernamentales en el mundo que solicitan acceso a datos de usuarios y requieren retirar contenido de la plataforma.
Este año electoral en Estados Unidos podría representar la aceleración en la guerra contra China desde la cúpula del gobierno, o significar el Waterloo digital de Trump al iniciar un veto peligroso a las redes sociales con el pretexto de "seguridad nacional". La carta salvadora es la evidencia, y aun está muy lejos de llegar a la mesa.
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