La inteligencia artificial, la automatización de procesos y las innovaciones en todo terreno están siendo parte de un reemplazo peligroso en la fuerza laboral actual. Los pronósticos obtenidos para el 2025 son preocupantes.
Así como la tecnología avanza, hay un riesgo constante de desempleo en todas las sociedades. Esta sucesión se da, como siempre, en labores que ya no requieren actividad humana. Esta tendencia creciente al reemplazo de personas por máquinas, o por asistentes virtuales para hablar con precisión, empuja a la actual fuerza laboral a un destino preocupante. De acuerdo a un reporte emitido por World Economic Forum, en 2025 75 millones de personas perderían su trabajo, lo que representa la mitad del mercado laboral con mayor probabilidad de ser reemplazado por las nuevas tecnologías.
Hoy, la “torta laboral” en actividades rutinarias se reparte en 79% a favor de los humanos, una cifra que variará en los siguientes años a favor de la automatización. Es un cambio muy veloz, pues hoy ya contamos con una automatización por cada cinco procesos laborales en el mundo. Esto ha rebasado largamente al pronóstico realizado en 2013 por la publicación “2013: El futuro de la empleabilidad”, que pronosticaba una tasa de reemplazo del 47% en 20 años a partir de ese año.
Sin embargo, este futuro podría no ser tan sombrío después de todo. De acuerdo con el reporte de World Economic Forum, existe una condición natural de los seres humanos a la reacción en condiciones difíciles, y se pronostica que la llegada de los procesos automatizados creará hasta casi el doble de oportunidades laborales. En ese mismo periodo, de acuerdo con el informe, se crearán 133 millones de puestos laborales.
A pesar de lo difícil del futurismo en tecnología, no se puede negar que en los últimos diez años hemos presenciado la creación de nuevas plazas laborales. Los administradores de redes sociales, los “YouTubers” e “Influencers” no eran actividades dentro de una hoja de ruta. Se sugiere, sin embargo, que la formación pedagógica debe incluir tecnología como base, pues será transversal a todas las actividades en unos años.
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