La policía de Oregon reportó que el propietario había acondicionado un arma de fuego automática en una silla de ruedas, y escondió cables en todo el inmueble para accionar trampas de manera remota.
Si bien esta noticia podría ser confundida con un episodio de alguna serie policial estadounidense, como Criminal Minds o CSI, lo cierto es que varios agentes del FBI experimentaron una situación complicada al ingresar a una casa en Williams, Oregon, cuando se encontraron con una casa equipada con armas accionadas mediante un sistema de cables.
El 7 de setiembre, agentes de seguridad de Portland ingresaron al domicilio de Gregory Rodvelt como parte de un caso de abuso contra un anciano. En el patio principal, los oficiales encontraron varias trampas en todo el lugar, desde alambres de púas hasta una bañera circular colocada de manera vertical, para que caiga sobre alguien al jalar un delgado hilo en la habitación. “Fue casi como una escena de Indiana Jones y el Arca Perdida, em donde Harrison Ford corre frente a una gran piedra que se acciona por una trampa”, mencionó uno de los afectados.
Luego, agentes del FBI abrieron la puerta delantera con explosivos. Al ingresar, una silla de ruedas equipada con armas y municiones, accionada por un hilo de pescar atado a la base, comenzó a disparar contra la puerta en donde estaban los oficiales, hiriendo a uno de ellos. El calibre encontrado en el cuerpo del oficial herido fue de calibre .410, y toas las armas pertenecen a Gregory Rodvelt, quien ha sido obligado a renunciar a su propiedad a raíz del caso.
Comparte esta noticia