EE. UU. acusa a China de desarrollar “armas de control cerebral”

SI bien el conflicto comercial entre Estados Unidos y China mantiene en tensión las relaciones entre ambos países, las alertas sobre conductas nada éticas siguen apareciendo. Tras el bloqueo a la empresa de drones DJI, el Departamento de Comercio está sancionando a la Academia de Ciencias Médicas Militares de China por, presuntamente, “desarrollar armamento de control cerebral” que podrían usar contra los uigures en la zona de Xinjiang.

La acusación cae sobre varios institutos de investigación e impone una sanción comercial para el bloqueo de proveedores desde los Estados Unidos, en medio de una sospecha de trabajo de biotecnología coordinado entre estas entidades y el gobierno chino para el “supuesto armamento de control cerebral”.

De acuerdo con los reportes, los desarrollos estarían centrados en transfusiones de sangre, bioingeniería y toxicología. Sin embargo, la administración Biden no ha dado detalles sobre cuál sería el armamento. Como antecedente, se resalta que los líderes militares chinos han hablado durante años de que la biotecnología crea una nueva "capacidad ofensiva", que incluye armas de "control cerebral" y "ataques genéticos étnicos específicos".

Michael Orlando, director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad (NCSC), señaló recientemente que Estados Unidos había advertido sobre los esfuerzos chinos para obtener tecnología estadounidense en cinco sectores clave, incluida la biotecnología.

“La búsqueda científica de la biotecnología y la innovación médica pueden salvar vidas”, mencionó Gina Raimondo, secretaria de Comercio en los Estados Unidos. “Desafortunadamente, la República Popular de China está optando por utilizar estas tecnologías para lograr el control sobre su gente y su represión de los miembros de grupos minoritarios étnicos y religiosos”.

Biotecnología china contra uigures

La Academia de Ciencias Médicas Militares de China tiene sede en Beijing y ha permanecido activa para el desarrollo de una vacuna contra la COVID-19. La sospecha de los Estados Unidos recae en las conexiones entre las investigaciones civiles y militares dentro de la entidad.

El veto comercial a ocho empresas tecnológicas chinas se aplica debido a las relaciones entre estas entidades y el gobierno chino, y algunas empresas dentro de la lista de entidades han proporcionado drones a los servicios de seguridad de Xinjiang y desarrollado apps para el rastreo de archivos en teléfonos de las personas.

"Uno de esos programas de inteligencia artificial podría reconocer a las personas como parte de la minoría étnica uigur y enviar alarmas automáticas a las autoridades gubernamentales", señaló el Departamento del Tesoro estadounidense, mientras que otra empresa ayudó "a desarrollar una herramienta de transcripción y traducción para el idioma uigur para permitir a las autoridades escanear dispositivos electrónicos."

El Departamento de Comercio de EE. UU. señala que las autoridades chinas vienen utilizando el reconocimiento facial biométrico para la vigilancia masiva en Xinjiang, además de haber recolectado muestras de ADN de todos los residentes de Xinjiang desde los 12 a los 65 años.

Junto con los institutos de investigación chinos, el departamento de comercio colocó otros 22 grupos chinos en la lista de entidades. Algunos fueron atacados por su papel en el desarrollo de cables de comunicaciones submarinos, que son un foco de atención para China.

Se estima que entre uno y casi dos millones de uigures y otras minorías, como los kazajos, han sido detenidos en campos de "reeducación" masiva donde se les utiliza para trabajos forzosos y se les enseña propaganda del Partido Comunista Chino.

Además, investigadores independientes, activistas uigures y el gobierno de EE. UU. han acusado a China de una campaña de esterilización masiva para hundir las tasas de natalidad uigur, que han disminuido vertiginosamente en los últimos años.

China "se opone con firmeza" a nuevas sanciones

China se "opuso con firmeza" el viernes a las nuevas sanciones adoptadas por Estados Unidos contra empresas chinas acusadas por Washington de participar en violaciones de derechos de la minoría uigur.

"Adoptaremos todas las medidas necesarias para proteger con determinación los derechos e intereses legítimos de las entidades y empresas chinas", declaró ante la prensa Wang Wenbin, un portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores.

Activistas, testigos y el gobierno de Estados Unidos dicen que más de un millón de uigures y otros musulmanes permanecen cautivos en campos de concentración en un intento de desarraigarles de sus tradiciones islámicas y asimilarlos por la fuerza.

Pekín describe estos sitios como centros de entrenamiento vocacional y asegura que su objetivo es reducir el riesgo de que se esparza el radicalismo islámico, tras una serie de ataques mortales.

- Con información de AFP -