La infraestructura que sustenta la red demanda un dos por ciento de la electricidad consumida en el planeta, según un estudio de la Universidad de Berkeley, y la organización ecologista Greepeace.
Las energías renovables y un uso más eficiente de los centros de datos se ha convertido en una necesidad del sector tecnológico para frenar la contaminación que genera la nube, ese lugar etéreo en el que existe Internet y que en el mundo real es un emisor de gases de efecto invernadero.
La infraestructura que sustenta la red demanda un dos por ciento de la electricidad consumida en el planeta, según un estudio de la Universidad de Berkeley, y la organización ecologista Greepeace alerta de que la expansión de lo "online" no es gratuita, al menos en términos medioambientales.
Greenpeace indicó que Apple obtiene más de un 55 por ciento de la energía que utiliza de combustibles fósiles, porcentaje que duplica el de Google (28 %) y es notablemente superior al de Microsoft y Facebook (39%).
La sospecha de que Apple estaba jugando sucio hizo que sus ejecutivos respondieran de forma tajante a los ecologistas, a los que acusaron de ser poco rigurosos con su investigación al tiempo que insistieron en que su centro de datos de Oregón funciona únicamente con energía renovable.
La conciencia medioambiental está presente en la responsabilidad social corporativa de las grandes empresas de Silicon Valey. Recientemente Google y Facebook anunciaron sendos centros de datos sostenibles, ambos en el norte de Europa.
La empresa del buscador de internet y el sistema operativo Android se comprometió a financiar la construcción de una planta de energía eólica en Suecia cuya producción irá destinada durante 10 años a permitir el funcionamiento de un centro de datos de Google en Finlandia.
En el norte de Suecia, cerca de Finlandia, Facebook estrenó en junio "uno de los centros de datos más eficientes y sostenibles del mundo" que se alimenta de energía hidroeléctrica.
Pero el desafío de los centros de datos, más allá de evitar que se calienten sus procesadores, es de gestión.
Un análisis sobre eficiencia energética encargado a la consultora McKinsey & Company concluyó que solo entre un 6 y un 12 por ciento de la electricidad gastada por los centros de datos se empleaba en operaciones de computación, el resto se perdía en mantener los aparatos encendidos por si acaso. EFE
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