Hacerlo con la copa inclinada y no de manera vertical, mejora el sabor y conserva las burbujas de esta famosa bebida.
Un grupo de científicos han comprobado que la forma correcta de servir el champán es con la copa inclinada, a diferencia de lo que se realiza habitualmente con la copa colocada de manera vertical.
La explicación de esta conclusión a la que han llegado estos investigadores franceses, luego de realizar una serie de experimentos con la bebida a diferentes temperaturas, es que se conservan más burbujas y mejora el sabor cuando el vino se vierte sobre la pared de la copa y no directamente al fondo.
Además, confirman que al servirlo frío se realza su gusto. Liger-Belair y sus colegas explican en su artículo (publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry) que, al verter el champán con el método de la cerveza, la concentración de CO2 disuelto en el vino disminuye menos (la mitad aproximadamente) que cuando se sirve al fondo de la copa dispuesta verticalmente. En cuanto a la temperatura, cuanto más alta es, mayor es la pérdida de dióxido de carbono en el proceso de servir.
La explicación de todo esto, para los científicos, está en que se genera mayor turbulencia en el líquido al servirlo verticalmente (la densa efervescencia momentánea) que al hacerlo sobre la pared de la copa inclinada, y a mayor temperatura mayor es la pérdida de moléculas de CO2 en el líquido. Así que la recomendación de los científicos de la Universidad de Reims está clara: el champán frío y servido con la copa inclinada.
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